Si en verdad Martín Cobos Villalobos quiere demostrarle a los quintanarroenses que está haciendo un buen trabajo como presidente de la Comisión para la Juventud y el Deporte de Quintana Roo (Cojudeq), debería aceptar en poner su renuncia en la mesa del Gobernador Betoborge sí Quintana Roo no conserva –dudamos que se mejore, su actual posición en el medallero en la próxima Olimpiada Nacional.
De antemano se antoja difícil que el tirano de Cobos Villalobos acepte tal reto, porque dentro su limitado vocablo no existen palabras comprometedoras, como reto, objetivos y muchos menos planeación. Y porque durante su estancia como presidente de la Cojudeq, no ha hecho nada en particular para tratar de incrementar el nivel del deporte estatal.
Podrá seguir corriendo a personal que ha dejado su vida para servir al deporte quintanarroenses, como el conocido Enrique “Borrego” Rejón, a quien tomó como “chivo expiatorio” por el famoso y conocido pódium de bloques que exhibió al deporte de Quintana Roo en México y todo el mundo.
De nada sirve a Cobos Villalobos seguir tirando millones de pesos para tratar de revertir su pésima imagen que tiene, no tiene sentido que lo haga, los deportistas quintanarroenses lo conocen a la perfección, saben que a pesar de ser maestro de educación física su minúsculo cerebro no alcanzó para trascender como el mandamás del deporte estatal.
Si en verdad ama al deporte de Quintana Roo y si en verdad corre sangre maya en sus venas, como él presume, debería aceptar la encomienda para callarnos la boca, para demostrarnos, a todos quienes cuestionamos su trabajo, que estábamos en un error, pero se antoja difícil porque ni él mismo se la cree, es un “don nadie” que recurre a funcionarios o deportistas para “presumir” la entrega de material.
Es simple y sencillo “don nadie”, perdón, don Martín Cobos, si en la próxima Olimpiada Nacional Infantil y Juvenil Quintana Roo conserva el onceavo (11, once ó Eleven) sitio, con lo que igualará la marca del 2014, entonces podríamos decir que usted SI HA TRABAJADO y merece ser el PRESIDENTE DE LA COJUDEQ.
Pero si caemos al lugar 16, como lo han pronosticado expertos en la materia, entonces lo sano sería que usted, Martín Cobos, dimitiera, con carácter de irrevocable, como PRESIDENTE DE LA COJUDEQ.
En verdad que es una pena para los que amamos y queremos el deporte ver lo que sucede en la casa rectora, nos llena de rabia el conocer la problemática y la forma tan ruin que usted trata al personal y deportistas de alto rendimiento, no coincidimos en su postura por disminuir sueldos y compensaciones a los trabajadores que se la han ganado por Ley.
Las mencionadas acciones, aunado al inexperto grupo de personas con que se rodea, nos permite asegurar, para desgracia del deporte quintanarroense, que tardarán varios años, mejor dicho, décadas, para que Quintana Roo aspire a ocupar la séptima posición del medallero olímpico, tal como sucedió hace tres años.
Pero ni recordarle a Martín Cobos quien ocupaba la presidencia de la Cojudeq, quizá se le suelte el estomago y pida días de incapacidad, como le gusta hacerlo.
A mi Pepe Bacelis, ¡cómo te extraño!…