Chetumal.-Por demás absurdo e insultante resulta para la sociedad que amén de que la mayoría de sus gastos sean pagados con recursos públicos por ser parte de la XIV Legislatura, ahora también pretenda la diputada Trinidad García Argüelles que el Poder Legislativo cargue con sus “arreglitos” corporales para enaltecer su belleza.
Tal y como fue dado a conocer por un medio de comunicación impreso local, este jueves brillo por su ausencia en la Sesión Ordinaria número 27 donde sus homólogos eligieron y tomaron la protesta de ley al Concejo Municipal de Puerto Morelos, ya que el pasado martes 17 de noviembre ingresó a la Clínica Mérida para someterse a una cirugía plástica para aumentarse el busto en manos del galeno Patricio José Correa Millet, y la convalecencia la impidió llegar a cumplir con sus obligaciones.
No, no somos misóginos, pues aclaro que quien redacta estas líneas es respetuoso de la belleza femenina en todas sus expresiones llámese natural o de bisturí, y desde luego, en este medio jamás hemos estado en contra de los “arreglitos” que las damas hacen a su figura a través de la cirugía plástica ya que –insisto-, somos férreos amantes de la belleza femenina.
Lo que sí es criticable, es que la ex alcaldesa intente cargar la factura de sus excesos al erario público y, valga la redundancia, es insultante sobre todo para quienes un día fueron sus gobernados, pues en Lázaro Cárdenas reina la belleza natural al mismo grado que los niveles de pobreza.
Absurdo e insultante es también que mientras muchas amas de casa, madres trabajadoras, entre otras; luchan por sostener su hogar y salir adelanta aun viviendo con enfermedades que si son necesarias atender, la Legisladora panista prefiere canalizar los recursos del Congreso del Estado a su estética personal, y no así para dar la atención médica que tanta falta hace en ese abandonado rincón de Quintana Roo.
Habría que aclararle a Trinidad García que los recursos públicos con los que vive y mantiene a su familia, así como las pólizas de seguros como en el caso de GNP, no operan para favorecer caprichos, son única y exclusivamente para cuestiones de salud de carácter común, y es por eso que la propia aseguradora la balconeo para hacer público sus costosas pretenciones.
Si lo que quería la ex Presidenta municipal era exprimirle más la “chichi” al Congreso, era tan sencillo como preguntarle a su homóloga Marcia Fernández Piña; ella sí que supo aprovechar esta oportunidad que la vida le dio para colgarle sus milagritos a las arcas legislativas con aquello de la “maternidad subrogada”. O porque no, a la misma Berenice Polanco Cordova, quien por cierto lleva ya meses que no se aparece por el recinto de Punta Estrella, desde luego, siguiendo el ejemplo de la diputada Marcia.
Cabe señalar que la diputada plurinominal por el municipio de Lázaro Cárdenas, ya tiene antecedentes de pedir que el seguro médico del Congreso del Estado le pague dos cirugías estéticas que se realizó en la nariz y en los muslos, respectivamente.
Y fue precisamente el antecedente médico de las cirugías de nariz y piernas de la legisladora lo que la aseguradora GNP tomo en consideración para negar el pago que Trinidad García Argüelles promovió con el número 2015-07C03700 y el folio 136965PC5 –que fueron dados a conocer en prensa escrita-, y sobra recordar que de acuerdo al Apartado de Exclusiones, la póliza “no cubre gastos que se originen por malformaciones o padecimientos congénitos de los asegurados nacidos fuera de la cobertura de esta póliza”.
Así que con la pena respetable diputada, si lo que usted pretende es llegar a la talla de “Marilyn Monroe”, “Brooke Shields” o de perdis de la latina “Jenifer López”, tendrá que hacer uso de los ahorritos que le generaron sus “negocios” como administradora del municipio de Lázaro Cárdenas, y por cierto dejaron muy quebrantadas las finanzas públicas de esa demarcación; porque del Congreso y GNP es difícil que consiga esos “miles” que pretende.
Desde este espacio deseamos una pronta mejoría porque, desde luego, nos interesa acuda puntualmente al Palacio Legislativo a devengar ese jugoso salario que vía impuestos pagamos yo, tu, el, nosotros, vosotros, ustedes y ellos; el pueblo en su conjunto.