Por: Juan José López
Chetumal.-Víctima de una presunta negligencia médica al no recibir tratamiento adecuado en la clínica del Issste, este sábado 13 de junio falleció en Chetumal el reconocido escritor Carlos Torres Brambila.
Un hombre sumamente discreto en su vida personal, siempre se caracterizó por enseñar el arte de leer y escribir no sólo poesía sino todo lo que él sabía.
En lo personal, me tocó trabajar con él en el desaparecido Instituto Quintanarroenses de la Cultura durante dos años, desde finales de 2003 cuando llegó a Chetumal “traído por los vientos del destino” hasta mediados de 2005.
La generosidad y amabilidad fueron sus características principales.
“A veces el último aliento también es alivio, descansa en paz maestro y amigo, gracias por ser generoso en el conocimiento y en el afecto, mucha luz en en tu camino Carlos Torres Brambila”, esbozó el comunicador, compañero y ex funcionario cultural durante muchos años, Roberto Estrada Vega.
“Carlitos” como todos le decían era sumamente conocido en infinidad de sectores de la sociedad.
Andrés Jacobo Torres Mendoza, manifestó en su cuenta de Facebook “Salve poeta Carlos Torres Brambilla: tu luminosa huella queda indeleble en nuestros corazones y tu viaje al Eterno Oriente será igual de luminoso. Al leer tus obras te recordaremos con cariño y afecto. Descansa en paz”.
Por su parte, la comunicadora y ex compañera de trabajo en el Sistema Quintanarroenses de Comunicación Social, Janina Rivera Padilla, expresó “Maestro Carlos. Don Carlitos, se extrañarán sus palabras, su manera tan agraciada de contar desde lo más visceral hasta lo simple y con esa voz espectacular que hoy se apagó. Ya usted recita como buen poeta la luz angelical. Cómo decía su sección con la que compartimos muchos años en la radio. Genio y figura hasta la sepultura. Descanse en Paz Don Carlos Carlos Torres Brambilla”.
Hay quienes manifestaron que “El cielo necesita Ángeles (y) Carlos Torres Brambilla hoy está con ellos. Nuestro amado maestro y querido escritor falleció. Su ausencia deja un vacío en las letras y en nuestro corazón. Su escritura magistral sólo era superada por su alma bondadosa”.
Periodista, investigador, fotógrafo, maestro, escritor, dicharachero, tomador, fumador, comprometido, altruista, honesto, leal, respetuoso, pero sobre todo gran amigo, son algunas de las palabras que pudieran describirlo.
Se pide a quienes puedan apoyar para su funeral y los trámites administrativos ayuden a través de la tarjeta de débito de Santander 5579 0701 1081 1505.
Hasta pronto, ¡Maestro Carlos!