Lejos, pero muy lejos de cumplir su cometido se encuentra la Secretaría de Gobierno (SG) que encabeza Gabriel Mendicuti Loría y sus “huestes”, de manera especial, en el rubro político, ya que hasta ahora son magros los resultados entregados al Gobernador, Beto Borge, quien de manera unilateral o con apoyo externo, está sorteando el temporal que se presenta a la víspera del venidero proceso federal.
Ni en los tiempos de José Irabien Medina -quién fue el primer titular de la SG en el sexenio de Joaquín Hendricks Díaz- se había visto tal débil e inoperante un encargado de la política interna de Quintana Roo como ocurre con Mendicuti Loria, donde el común denominador es crear o generar problemas donde no los existen, acciones que obviamente repercuten en la imagen del mandatario estatal.
Desde su llegada a la encomienda, Mendicuti Loría y Armando Álvarez Castillo, titular y subsecretario de asuntos políticos de la SG, respectivamente, no han hecho nada sobresaliente como para argumentar ser los verdaderos operadores políticos del sexenio, al contrario, han cometido infinidad de pifias que han provocado desestabilizar la vida económica, social y política del Estado.
Existen varios casos donde se percibe la falta de “tacto político”, la ausencia del personal encargado de la política interna, por ejemplo en la marcha y paro del magisterio a finales del 2013, las revueltas de los sindicatos de taxistas, las manifestaciones de campesinos de la zona maya, entre otros.
Quizá Mendicuti Loria cuente con “sus argumentos” para seguir vendiendo espejitos o engañarse a sí mismo, pero como titular de la SG ha reprobado ya que no obtiene buenas calificaciones en las principales asignaturas de la encomienda.
Por ejemplo: Reprobó en el tema de la relación que debe tener el Gobierno con los Partidos Políticos, en buena medida porque el ex alcalde de Solidaridad sólo aceptan recomendaciones de sus amigos de Movimiento Ciudadano y del Panal, ni siquiera del Partido Verde que es aliado del PRI, y muchos menos del PRD, PAN, PT Y Morena.
No ha tenido al capacidad para entablar un diálogo a la altura con los diputados de la XIV Legislatura, quienes a pesar de representar al PRI y PVE se sienten ofendidos por el trato que reciben por parte de Mendicuti Loría y sus “huestes”, por ejemplo, Maribel Villegas Canché o Berenice Polanco Córdova.
Mención especial merece la inexistente relación con los coordinadores de las fracciones parlamentarias del PRD y PAN, Jorge Aguilar Osorio y Perla Cecilia Tun Pech, quienes aseguran no tener contacto con el encargado de la política interna de Quintana Roo, Gabriel Mendicuti, porque simple y sencillamente, nunca se ha dignado en llamarlos.
Otra de las monumentales fallas de Mendicuti Loria como titular de la SG es no haber dialogado –de manera anticipada como debió ser- con los ex priista. Andrés Ruíz Morcillo, Carlos Mario Villanueva Tenorio, así como Cora Amalia Castilla Madrid e incluso, Florentino Balam Xiu.
Ruíz Morcillo, quien busca la diputación independiente por el II Distrito Electoral, argumenta que nunca lo buscó Mendicuti Loría, misma postura de Villanueva Tenorio, quien es candidato a diputado plurinominal por el Partido Encuentro Social (PES) e incluso de Florentino Balam, quien aparece como suplente en la segunda posición de la lista de plurinominales de Movimiento Ciudadano (MC).
Pero lejos que no cumplen con su responsabilidad, la cual es velar por la política interna de Quintana Roo, en la Secretaría de Gobierno juega a denostar a los “enemigos políticos” de Mendicuti Loria –no a los de Beto Borge-, como se apreció en días pasados cuando “hasta con la cubeta” tundieron la imagen personal de la directora de la Comisión de Alcantarillado y Agua Potable (Capa), Paula González Cetina, por el simple hecho que no le caes bien.
De la misma forma juega contra Arlet Mólgora Glover, la candidata del PRI a la diputación por el II Distrito Electoral, quien no sólo deberá enfrentar a sus adversarios y superar las dificultades que traerá consigo la gravidez de su suplente (María Hadad), sino cuidarse de las zancadillas enviadas desde la SG.
De nada o poco sirve a la administración de Beto Borge el “War Room” que tiene la Secretaría de Gobierno porque el principal intereses que persiguen es proteger, crecer o mantener la imagen de Mendicuti Loria.
Al oriundo de Mocochá habría que despertarlo de golpe y porrazo, hacerlo ver su realidad, decirle que cuando menos para el 2016 su nombre no figura para la “silla grande” y esto se debe a varios factores, uno de estos y el cual no podrá quitarse ni cambiando el nombre y apellidos, es que Enrique Peña Nieto perdió en Quintana Roo la campaña presidencial, la misma que Mendicuti Loria coordinó.
Entonces…lo recomendable para este empleado de Beto Borge, es que respete a su jefe inmediato y ponga a disposición del partido “su dinero” y perversidad política