Chetumal.-Sin una gota de agua, y marcada por el sello del vandalismo, la Fuente Maya sigue en total abandono aún y cuando es uno de los primeros rostros con los que la capital del estado recibe a quienes le visitan por vía aérea.
La falta de recursos es uno de los principales argumentos por lo cual el ayuntamiento de Othón P. Blanco no ha tomado cartas en el asunto, a pesar de que su remodelación y/o rehabilitación fue programada desde principios del 2014.
A decir de algunos visitantes provenientes de la Ciudad de México, “en años anteriores jamás se había visto tan deteriorada y abandonada, hoy ni siquiera agua le ponen, ya no se ve viva como en otros tiempos”.
Y es que amen del estado de deterioro que este emblemático monumento presenta, sin pasar por alto los grafitis que los vándalos han impreso en él, es también una amenaza latente para la salud de los chetumaleños que viven en los alrededores ya que alberga considerables cantidades de agua sucia, ideal para criaderos del mosco Aedes Aegyipti, principal transmisor del dengue.
La vida nocturna que este sitio -icono de la sociedad capitalina- tenía años atrás, hoy solo es parte del pasado pues las parejas de enamorados y familias que acudían a ella para pasar ratos alegres ya no lo hacen por temor a ser objeto de la creciente ola de delincuencia que generalmente se oculta en la penumbra, tal y como hoy se encuentra la Fuente Maya una vez que cae el sol.
Si bien es cierto que de manera esporádica los trabajadores de limpieza del municipio le dan su “manita de gato”, esto es por demás insuficiente dado que generalmente se encuentra llena de basura y acumulaciones de moho que le dan una tétrica imagen a la única fuente de la zona sur de Quintana Roo que está vestida con réplicas de nuestra ancestral Cultura Maya.
¿Hasta cuándo concluirá el ayuntamiento la rehabilitación anunciada para los Monumentos emblemáticos de la Capital?
¿Acaso estarán esperando las autoridades encabezadas por Eduardo Espinosa Abuxapqui la llegada de otro empréstito?
O simple y sencillamente estos sitios correrán la misma suerte que el deplorable transporte urbano con el que hoy contamos los capitalinos, y que todo indica será heredado a las administraciones venideras junto con otras asignaturas pendientes.