Tal vez muchos no lo recuerden, algunos ni habíamos nacido, pero en 1982 un grupo de 4 mil Guatemaltecos que huían del régimen de Efraín Rioss Mont encontraron refugio en México. Algunos en Quintana Roo, otros en Campeche y Chiapas.
Aquí se instalaron en varios campamentos,- el alto Comisionado de las Naciones Unidas pidió a México les diera asilo-uno de esos fue Maya Balam, donde quedan muy pocos de los Guatemaltecos que llegaron hace 38 años. La mayoría obtuvo la nacionalidad y gran parte de sus habitantes nacieron aquí en territorio Quintanarroense.
En noviembre del 2016,ocurrió el primer brote de violencia que se recuerde en la historia reciente.
En aquel entonces el motivo fue la posesión de un rancho denominado «Los Cascos», predio que los habitantes trabajaron durante más de tres décadas y del que, de la noche a la mañana, le apareció un dueño quién denunció ante la entonces recién creada Fiscalía General de Justicia, el despojo del predio.
El Fiscal del Ministerio Público decidió entonces enviar a un grupo de Policías Ministeriales con la finalidad de «restituir el predio» – entregar ‘Los Cascos’ a quien se presumía dueño- pero la audiencia no se realizó y por el contrario Policías, Auxiliares y el propio Fiscal del Ministerio Público, fueron retenidos, llevados al domo central del poblado y privados de su libertad durante varias horas.
¿Qué pasó después? Nada, las autoridades informaron que desistirian de la diligencia y se retiraron.
Días después, la familia que se ostentaba como «dueña» de ese predio, fueron expulsados violentamente de la comunidad por varios pobladores quienes se sentían agraviados por el intento de quitarles el terreno.
Ese día, vandalizaron la vivienda, quemaron un taxi, golpearon gente, pero de nuevo la autoridad – por segunda ocasión – se hizo de «la vista gorda» y al igual que sucedió con la privación de la libertad de los Policías Ministeriales, no hubo detenidos, no hubo responsables, no se procuró justicia.
En agosto del año pasado un grupo liderado por Emiliano Calmo Cruz, presidente de la Sociedad Cooperativa de Transporte Maya Balam S. C de L. R bloqueó el camino de acceso a la comunidad, argumentando que vehículos privados daban el servicio sin contar con ningún permiso.
Tras varios días, al fin el entonces encargado del despacho de la Secretaría de Gobierno Jorge Arturo Contreras Castillo informó que tanto los representantes de la sociedad y un líder de la comunidad, César Jacinto, habían llegado a un «arreglo» y se había terminó el conflicto.
La «Paz» firmada ante el Gobierno del Estado por los grupos que se pelean el transporte en ese poblado del municipio de Bacalar, duró sólo cinco meses.
En esta ocasión un grupo de habitantes liderados por Pedro Ramos Diego – quién después de este incidente fue removido como delegado- protagonizó una gresca con integrantes de la Sociedad Cooperativa de Transporte Maya Balam S. C de R. L.
El saldo, una vivienda incendiada, cinco lesionados y 22 familias desplazadas, quienes buscaron refugio en Chetumal, por el temor fundado de ser asesinados por la gente de Ramos Diego.
En contra de él, Pedro Ramos, se interpusieron denuncias por daños, lesiones y robo, pues no conforme con vandalizar las viviendas también fueron saqueadas.
Hoy 22 familias de Maya Balam, huyeron a la capital, como hace 38 años sus familias huyeron de Guatemala para salvar la vida, el escenario es diferente, no hay régimen militar en Maya Balam, pero si una impunidad marcada, pues a poco más de una semana no hay una sola persona detenida por los actos de violencia, daños y robos cometidos.
Los únicos que intentaron-sí intentaron, porque no pudieron,-fueron las autoridades municipales de Bacalar, quienes determinaron destituir del cargo de delegado a Pedro Ramos Diego, como si eso le privara del poder de movilizar gente para generar más actos de violencia como los que derivaron en la huida de 22 familias hace una semana.
Es sumamente extraño que este conflicto por el transporte ocurra días después de que en la carretera de acceso a la comunidad aterrizara una aeronave que las autoridades suponen, transportaba droga, misma que fue incinerada en el lugar. ¿Casualidad? ¿Sabemos la historia completa? ¿O hay algo que no nos cuentan?
FB: Abraham Cohuó | TW: @abrahamcohuo