Con el doble discurso bajo el brazo, el dirigente del Comité Directivo Municipal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Othón P. Blanco, Florentino de Jesús Ruiz Estrada, se coló entre las listas de aquellos priistas que tendrá la posibilidad de acariciar una diputación federal por la vía plurinominal.
Y es que no hay que pasar por alto que este personaje, dado su parentesco con el polémico ex alcalde capitalino, ha maquinado desde tiempo atrás todo un juego perverso bajo la mesa para desestabilizar a su partido, a través de los grupos encabezados por su medio hermano Andrés Ruiz Morcillo.
Aquí vale la pena señalar que el ex edil capitalino, a quien los priistas después de expulsarlo de sus filas le han restado importancia, ha movido sus telarañas para conformar (comprar con el dinero que saqueo de la CAPA y el ayuntamiento) un nutrido grupo de mujeres que incluso militan al interior del PRI, pero que se venden al mejor postor como en el caso del defenestrado priista.
Tampoco hay que pasar por alto que, mientras muchos asumen que Ruiz Morcillo jugará en este proceso por la vía independiente, la realidad es que todo esto es parte de una artimaña, de una oscura simulación ya que el verdadero juego de “popochas”, es fraccionar el voto tricolor para apuntalar el proyecto político de un PRD que abanderará a Domingo Flota Castillo como candidato por el Distrito 02 a la diputación federal, y con quienes desde tiempo atrás el incómodo ex edil ha sostenido amoríos.
Y en toda esta oscura estrategia, el flamante dirigente del PRI municipal, “Tino” Ruiz Estrada, ha tenido el control de las huestes priistas para favorecer las aberrantes ilusiones políticas de su “querido hermano”. Precisamente las mismas huestes que son encabezadas por aquellas líderes de colonias que hoy se dicen maltratadas por su partido, y que al calor de la rebeldía, han sucumbido al cariño del ex munícipe capitalino.
Cabe aclarar que estas líneas no son producto de la improvisación, es producto de un minucioso análisis basado en las extensas pláticas que las “discretas” líderes de colonia suelen tener a viva voz en cualquier rincón de las dependencias, incluso en los propios pasillos de la sede del propio Poder Legislativo, donde cada día dan muestras de sus famélicos intercambios de favores con los políticos en turno, y todo a cambio del poder de ejercicio democrático ($$$).
Y es que es tanta la discreción que las ‘defensoras de la democracia’ mantienen que algunas se les ha escuchado decir en su acostumbrado tono de voz: “Tino es un hijo de la chingada, no me quiere, ya no me atiende como antes ($$$); pero gracias a él su hermano (Andrés Ruiz Morcillo) me da mi lanita, al fin y al cabo últimamente en el partido nos han tratado mal, ojalá que ahora que vienen las elecciones no quieran exigirnos, venir con que a chuchita la bolsearon porque le aviento el pedo a Tino, me vale madres”.
Pues bien, con todo y todo, el líder municipal del tricolor logró salir ungido para figurar en la codiciada lista, y si bien no tiene tantas posibilidades de llegar a la Cámara Baja de San Lázaro, al menos aprovechará el momento para acarrear al adolorido rebaño tricolor a los prados de su “querido hermano”.
Sin duda, bien dice el dicho que “en la guerra y el amor todo se vale”, pero habría que recordarle al flamante “Tino” que la traición es un delito que se paga muy caro, al menos la historia del PRI nos ha dado grandes ejemplos, y el caso de su hermano es tan sólo una muestra de lo que a este puede ocurrirle si continúa haciendo el papel de juez y verdugo; si continúa jugándose chueco al Revolucionario Institucional.