Viborianus
Victoriano Robles Cruz
¿Cuál fue el problema de CAPA, del cual no informa a usuarios? Pues muy simple: la falta de recursos para mantenimiento y conservación de sus líneas de flujo a ciudad Chetumal, súmele un diseño inadecuado, sin previsión de válvulas de alivio; así como la carencia de planta eléctrica de emergencia. Un problema de prevención técnica, anegó las mentes de quienes toman las decisiones en ese organismo. ¿Dónde quedó la lana para mantenimiento?
La Comisión Federal de Electricidad determinó realizar mantenimiento al sector que abarca el área de suministro de la localidad de Gonzales Ortega, lugar donde se asienta la planta y pozos proveedores del agua a ciudad Chetumal, avisó con oportunidad a la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado, de ese proceso, para lo cual la CAPA debiera poner en activo sus plantas eléctricas de emergencias y evitar así el desabasto a la capital del estado. Pero no fue así, pues la CAPA no tiene un sistema preventivo, con plantas de emergencias para cubrir estas contingencias. Pues qué tipo de previsiones si tendrá la CAPA, si no es prever la falta de agua por mantenimiento de las líneas eléctricas de CFE.
Al parar sus máquinas de bombeo, las líneas de conducción del líquido van vaciándose paulatinamente y también van absorbiendo aire sus ductos, probablemente nos queden vacíos, pero sí queda dentro aire y agua. Al reanudar el bombeo el agua satura las líneas de conducción y el aire no tiene salida, pues en los varios kilómetros desde González Ortega a Chetumal debieran estar colocadas cada cierta distancia las “válvulas de alivio” para permitir la escapatoria del aire. Pero ni eso tienen previsto, por lo tanto el rompimiento de los ductos, con las consecuencias de desabasto a la ciudad Capital.
En sí es un problema de carácter técnico. ¿Cómo explicar a los ciudadanos, a los usuarios, la falta de plantas de energía eléctrica de emergencia en la sede de los pozos extractores del agua? Esa disfuncionalidad, nos parece de kínder, con el debido respeto para los infantes, quizá en ellos no se repite ese problema. ¿Por qué la ruptura de los ductos se repite en los mismos sitios? ¿Hasta cuándo colocaran las llamadas “válvulas de alivio” para evitar se revienten los ductos como en estos casos? Sin algún hedor misógino: ¿Tendrá la capacidad técnica como administrativa la responsable de CAPA o de plano no cumple en ese organismo?
El liderazgo, como el saber trabajar en equipo, es básico cuando no se tiene la capacidad técnica para prever todos los problemas en el desempeño laboral. ¿Qué tanta credibilidad puede tener un personaje como la titular de CAPA?, o de plano sólo sirve para organizar festejos y gaudeamus; además de adquirir vehículos costosísimos con cargo a ese organismo para uso personal, pero no una planta de emergencia. La futilidad ha sido percibida por la jerarquía de técnicos y le mienten con disculpas técnicas incomprensibles para ella, las cuales reproduce hacia sus jefes. Que tanto valor tienen las disculpas cuando la ciudadanía sufre las carencias de agua por la torpeza técnica: la falta de prevención.
Ciertamente existe gran indignación entre chetumaleños, por el desprecio de sus autoridades, la misma les orilla a la irritación y al arrebato para pronunciar palabras soeces y rudas no publicables. La “refrescada” con esta falta de agua es insalvable, aunque tampoco resuelve el problema. La prevención en la empresa debe ser el elemento clave para incrementar la eficacia de la acción preventiva. Aunque no tendremos la respuesta, preguntemos: ¿Cuánto ha costado esa insuficiencia preventiva? Hablemos de la parte económica, ya luego veremos la político-social, pero ambas han sido costosas. En lo político: desprestigia a la institución educativa, si es que fue, a Quintana Roo y a su gobierno. Sin embargo…sonríe. ¿Será burla? ¿Por qué no se cumplen las normas con que se busca prevenir estos absurdos e imprudencias?
Estos riesgos laborales provocan sufrimientos, pérdidas económicas y alteraciones del proceso productivo, y la necesidad de eliminarlos o controlarlos, debería derivar no sólo de la obligación legal de hacerlo, sino de la voluntad de optimizar la eficacia de la gestión empresarial. ¿Por qué no hacerlo? ¿Cuánta irresponsabilidad es acreditable a los directivos de la CAPA, para proceder a una sanción? ¡Buen fin de semana!
PD.- “No hemos enfrentado las consecuencias políticas de frenar la corrupción y ahora ésta nos devora. Está en todas partes”. Juan Pardinas, director general del Instituto Mexicano de la Competitividad (Imco).
PD.- “El problema es la impunidad. En democracias más desarrolladas y algunas similares a la nuestra hay casos de corrupción, pero la diferencia es que sí se enfrentan consecuencias judiciales”. Ibíd.
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