Punto Exacto
Por Julián Puente
En México cada día se ven más las diferentes problemáticas es por ello que el gobierno trata de combatir cada año con estas grandes amenazas, pero sigue igual o peor.
La drogadicción es un gran problema en México y en muchos países que ataca principalmente a los jóvenes, chicos y adultos no hace diferencias, pero los adolescentes y jóvenes son los más afectados hasta llegar en ocasiones a la muerte por la falta de información e inmadurez.
Las principales drogas consumidas en México son la marihuana, cocaína entre otras y son las cuales han afectado a esta nueva juventud y seguirá creciendo este gran problema ya que es un crimen organizado. La lucha contra con las drogas tiene que fortalecerse.
El Gobierno, el Ministerio Público y el Poder Judicial, apoyados por organizaciones sociales, tienen que convertirse en aliados estratégicos para lucha, con la fuerza de la ley y la autoridad, con las drogas que está destruyendo a nuestra juventud.
El consumo ha aumentado y los más afectados son nuestros jóvenes, nuestros niños que caen en manos de los narcotraficantes producto de la serie de problemas que asolan a nuestra sociedad.
Los daños sociales del abuso de drogas tienen que ver con la disolución de la vida familiar, los costos al sistema de salud y los implicados en la represión de la distribución y consumo de drogas. La adicción también incentiva el crimen para conseguir los recursos requeridos por el consumo.
En Estados Unidos, el 70% de la población carcelaria está sentenciada por el delito de la distribución al por menor de crack y el propio consumo en varios estados.
Los estupefacientes son sustancias tóxicas que debido a su peculiar acción, alteran profundamente la personalidad psíquica y, en ocasiones, la física del adicto a ellos; trastornan su equilibrio individual y el que existe entre él y la sociedad en la que se desenvuelve.
Debemos hacer conciencia y tratar de combatir esta gran problemática que día con día destruye a miles de personas año con año y esto es a causa de que no hacemos nada como país y nos conformamos con lo que nuestras principales autoridades hacen y nos prometen grandes cambios pero no es así llevamos ya más de 10 años con estos problemas y siguen naciendo nuevos que nos repercuten en nuestra vida cotidiana.
Sin duda, el uso indebido de sustancias constituye una problemática social evidente, porque causa daños, no sólo a la salud de quienes la consumen y sus proyectos de vida, sino también al entorno familiar y social de dichos consumidores.
En este sentido, se debe poner atención en los factores de riesgo que aumentan la vulnerabilidad y facilitan las condiciones para desarrollar conductas negativas, y al mismo tiempo, se hace necesario instalar en las prácticas de la población joven aquellos elementos protectores, que contribuirían a disminuir los riesgos asociados al consumo de alcohol y otras drogas.
Se requiere de un trabajo constante y persistente en el tiempo por parte de Estado, que a través de sus organismos relacionados, ya sea directa o indirectamente con la materia de drogas, apele a un cambio de comportamiento en las y los jóvenes, que perdure y genere los efectos esperados.
Si se busca en Internet cuál es la guerra vigente con más muertos, la respuesta es la guerra al narcotráfico y sus derivados en México, con muchos muertos más que en Afganistán, Irak, Crimea o Siria.
La descriminalización y eventual legalización de algunas drogas ha empezado a rendir buenos resultados en las naciones que las están probando como políticas y que incluye ambientes bastante afines al nuestro, como los casos de Uruguay y Portugal.
Creo que desde las cámaras de nuestros representantes populares se deben buscar los mecanismos idóneos para erradicar o cuando menos reducir los índices negativos que ha causado el flagelo de las drogas.