Chetumal.- La mala administración y el poco interés que presta al Aeropuerto Internacional de Chetumal (ASA), a cargo de Fernando Burgos Buenfil, propicia que este lugar este convertido en tierra de nadie, donde todos hacen lo que venga en gana en perjuicio de miles de usuarios, turistas nacionales e internacionales que tienen que esperar hasta 30 minutos para recibir sus maletas o abordar un taxi.
Manuel Urrutia Castro, habitante del Distrito Federal, empresario farmacéutico, repudió la atención que brinda el personal de la línea Interjet, que cubre la ruta Chetumal-México, debido a que los vuelos están saliendo retrasados hasta por 30 minutos sin que exista aparentemente motivo alguno, además de que al llegar a esta ciudad tienen que esperar otros 30 minutos para que les entreguen su equipaje.
Agregó que lo más grave del caso es que al tratar de abordar un taxi en el aeropuerto tienen que pagar 200 pesos por persona, haciéndolos esperar otros 30 minutos para posteriormente subirlos a una combi de modelo antiguo que se encuentra en deplorables condiciones donde viajan alrededor de 10 personas, dando un servicio pésimo y deficiente que de ninguna manera está a la altura de un Aeropuerto Internacional.
En este orden, mencionó que lo más triste es que no existe ninguna autoridad en esta terminal, empezando por el administrador para que atienda y corrija este tipo de irregularidades que tanto daño causa a turistas nacionales e internacionales, especialmente en la única terminal aeroportuaria que se encuentra en la capital del Estado de Quintana Roo, lo que sin lugar a dudas va a propiciar que muchas gentes dejen de utilizar la línea Interjet para visitar los diversos destinos turísticos que se encuentran en esta parte.
Finalmente, aseguró que esta es la primera y única vez que utiliza la línea Interjet que opera en la terminal aeroportuaria de esta ciudad, debido a que acudió a una reunión de trabajo a la que llego tarde por las deficiencias e irregularidades que se registran en este lugar, todo esto ante la complacencia del administrador Fernando Burgos Buenfil, así como de otras instancias federales como Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la propia Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), entre otros.