Chetumal.-Bien dice el refrán, “en política ni todo el amor ni todo el dinero, porque cuando el amor acaba las cosas son distintas”; esa frase aunque un poco modificada queda como anillo al dedo a las diputadas electas por el Distrito I y II; Arlete Molgora Glober y Maritza Medina Días respectivamente así como a sus suplentes, las actuales regidora de Othón P. Blanco, Mirian Osnaya Sánchez e Irazú Sarabia May quienes luego de hacer campaña proselitista por varias semanas y casi vivir juntas ahora no se pueden ver ni en pintura.
Aunque es por todos los priistas sabido que las fórmulas fueron hechas por imposición y no por méritos o trabajo político, las diferencias que existen entre las diputadas electas y sus respectivas suplentes lejos de generar un ambiente de unión en el PRI proyecta una batalla por los reflectores e inclusive que alguna termine siendo “sacrificada” para darle paso a la otra, tal y como se rumora en los pasillos de la política de la capital del estado.
Aunque lo visto por un servidor la tarde de este lunes durante la presentación de la Reforma Energética en la sede estatal del PRI y por muchas más personas que estaban en el recinto fue una clara muestra que el “amor” entre las diputadas electas y sus respectivas suplentes se terminó, porque ni siquiera posaron para la foto como cuando estaban en campañas y peor aún no voltearon a verse a tal grado que pasaron una junto a la otra como si fueran dos perfectas desconocidas y ni decir que cada una se sentó lejos de la otra; por un lado Maritza Medina junto a Arlete Molgora y final atrás Miriam Osnaya e Irazú Sarabia.
Aunque esto no es una sorpresa para muchas personas, la lectura que dan a la clase política y que se verá reflejada en los próximos días cuando las regidoras capitalinas se queden sin trabajo, es lo que tendrán que hacer o dar para poder seguir figurando; prueba de esto es que tanto Mirian Osnaya como Irazú Sarabia han recibido el premio de consolación de la suplencia a una diputación no por su trabajo político sino porque fueron las “ejecutoras del fuego amigo” contra el presidente municipal de Othón P. Blanco, Carlos Mario Villanueva Tenorio.
Y pese a que de las tres juntas, la diputada electa por el Distrito I, Arlete Molgora Glober, y las diputadas suplentes no se hace una sola que pueda competir con la carrera de Maritza Medina Díaz así como con la simpatía que tiene para con la gente, no se descarta que hagan equipo para que sea la “Juanita” del congreso y ceda su espacio para que su principal rival política (la primera regidora capitalina) cobre la factura luego de traicionar a su propio compañero de partido.
Qué lejos quedaron los tiempos donde en las fotos aparecían sonrientes con cada una de sus suplentes, cuando prácticamente compartían sus más íntimos secretos; pero ahora hasta contienen la respiración cuando se encuentran en un mismo espacio para ni siquiera sentir el olor del perfume de quien fuera su “alma gemela del distrito” y que al final no solamente generará “golpes bajo la mesa” sino que podría dejar un mal sabor de boca entre sus electores que al final confiaron en ellas.
Lo peor del caso es que el discurso oxidado del PRI de la unión del partido cada vez está más distante de la realidad porque ni entre sus diputadas electas y sus suplentes se quieren y esto ocasionará una serie de ataques mediáticos a futuro de los cuales Mirian Osnaya e Irazú Sarabia se han vuelto expertas así como morder la mano de quien les da de comer; aunque al final -dicen los expertos- valdrá la pena el sacrificio todo esto porque gozan de la “bendición del altísimo”.