Chetumal.-No cabe duda que los abusos de poder fueron, son y seguirán siendo una constante en este nuestro bello Estado de Quintana Roo en tanto nadie ponga un freno, pues es un total insulto que mientras cerca del 40 por ciento de la población sufre de pobreza, una minoría se den abundantes baños con las mieles del erario público.
Y es que mientras la diputada Marcia Fernández Piña, desperdicia el tiempo ocupando una curul en la XIV Legislatura del Congreso del Estado al frente de una inerte Comisión de Turismo, muchas otras figuras, que sí cuentan con las capacidades, son desperdiciadas.
Cobrando un sueldo cercano a los 120 mil pesos –incluyendo compensaciones, gasolina, gastos de gestión o representación; sin pasar por alto las demás cuentas que son cargadas a la ubre legislativa-, la diputada Marcia se ha dado el lujo de estar durante 18 meses ganando un mega-sueldo sin trabajar; porque lo que ella ha desempeñado no puede llamarse trabajo.
Lo anterior, sin tomar en cuenta su ya segundo embarazo que ha causado mucha polémica e incluso generado chascarrillos al interior del mismo Palacio Legislativo pues mucho se habla –en broma-, de crear una nueva comisión para que ella presida, misma que será denominada “Comisión de Gestación y Maternidad Subrogada”.
No, lo criticable no es su vida privada ya que esa merece total respeto, aquí lo que causa suspicacia es ¿Por qué haber esperado llegar un cargo de elección popular y cobrar un muy jugosos salario para dar paso a la consolidación familiar?
¿Será acaso porque los gastos médicos y de manutención son tan elevados que la Legisladora prefirió colgarle el favorcito a las arcas de la XIV Legislatura?
¡Felicidades, bien pensado, bien programado Diputada!
Chofer de lujo
Y por si fuera poco, mientras los ciudadanos y demás trabajadores que acuden al Congreso durante los días de Sesión tiene que lidiar con el intenso calor, su chofer pone extremo cuidado a sus comodidades permaneciendo durante horas dentro de la camioneta, y con el aire acondicionado encendido.
Eso sí es un total insulto, sobre todo por los altos costos de la gasolina que hoy impactan a todos y cada uno de los quintanarroenses, lo cual parece no ser tema de preocupación para el “chofer de lujo”, que desde luego, con la venia de la diputada Marcia Alicia Fernández Piña, hace derroche de un dinero que no es suyo, siguiendo el mismo ejemplo de su astuta jefa.
En fin, dijera la abuela: “Que con su pan se lo coman mientras les dure”, porque con el desempeño y los pírricos resultados que ha entregado Marcia Fernández Piña, dudamos mucho encuentre otro espacio donde pueda gozar a plenitud “las delicias del poder” una vez que concluya su tiempo en la actual legislatura quintanarroense.