Por Mario Castillo Rodríguez
Chetumal.-Bien dice el dicho que “el que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe”, y esto puede apreciarse en el nutrido grupo de capitalinos que acuden todos los días de 4 de la tarde hasta las 12 de la noche a “tirar su dinero” en el casino que abrió sus puertas apenas hace unos días en las instalaciones de lo que años atrás fuera el Hotel Arges.
Llevados por al ambición de resolver sus problemas económicos con un golpe de suerte, pero consientes en que las casas de juego solo generan beneficio para quienes las operan, cientos de chetumaleños hacen filas para conocer e ir a gastarse el poco dinero que tienen al nuevo casino ubicado en pleno centro de la ciudad.
Y es que todo parece indicar que las historias contadas por quienes han perdido fortunas enteras en los casinos asentados en la zona libre de Belice, carecen de un llamado a ser más cuidadosos de los bolsillos al visitar estos antros de vicio.
Cabe señalar que a momento este centro de juegos -avalado por un permiso Federal emitido por Gobernación- está funcionando tan sólo con maquinitas dado que el municipio de Othón P. Blanco aún no ha autorizado la respectiva Licencia de Funcionamiento, pero eso no es impedimento para aquellos ciudadanos desesperados en darle el tiro de gracia a la desgastada economía chetumaleña.