Por Mario Castillo
Chetumal.-Aunque bajo una dinámica condicionada por el predominante “lo tomas o te jodes”, todo parece indicar que “muy bien les fue” a los burócratas de Quintana Roo al lograr un “histórico” incremento salarial del 5 por ciento, que rebasa el 3.9 por ciento alcanzado en 2016, pero que les deja sin el acostumbrado retroactivo.
Pues trascendió que la Oficialía Mayor del Gobierno del Estado y el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado (SUTAGE), llegaron ya a un acuerdo en “favor de la clase trabajadora”, que si bien de entrada deja un buen sabor de boca, somete a los cerca de 13 mil trabajadores del Gobierno del Estado aceptar las condicionantes impuestas en la mesa de negociaciones.
Y es que no había de piña en esa mesa redonda donde Manuel Alamilla Ceballos y Roberto Poot Vázquez (oficial mayor y líder del Sutage, respectivamente) daban vueltas y vueltas a la calculadora para cuadrar los números a reflejarse en las nóminas, pues solo quedaban dos opciones.
La primera era un incremento del 2 por ciento directo al salario con retroactivo, y la segunda un ambicioso 5 por ciento que cortaba de tajo el acumulable que año con año se refleja en las cuentas de los empleados estatales en el pago de la primera quincena de sexto mes, posterior al anuncio del 12 junio en el marco del Día del Burócrata.
Bien aplicado fue el “gancho al hígado” que Alamilla Ceballos propinó a un Roberto Poot que poco pudo hacer para defender la camiseta, sobre todo por la rebatinga política generada tras el triunfo de Carlos Joaquín y el cuestionamiento que pesan en su contra por el escabroso tema de su reelección.
Es decir, los trabajadores estatales tendrán a partir de la primera quincena del mes de junio un incremento del 5 por ciento a su salario, y el Gobierno del Estado se ahorrará aproximadamente -pesos más pesos menos- una cantidad que circunda en los 13 millones de pesos, ya que son alrededor de 1 mil pesos que no pagarán como retroactivo de 10 quincenas (de enero a mayo) por cada empleado.
Y aunque el anuncio no se ha dado de manera oficial ya que lo están reservando para el próximo 12 de junio, la noticia ya ha corrido como pólvora entre la clase trabajadora, pues tras la acalorada negociación, Manuel Alamilla pidió a Roberto Poot hacer labor de “concientización” entre los diferentes líderes sindicales de dependencias y organismos que integran el Gobierno del Estado de Quintana Roo; y en esas andan para mantener quietas las aguas de la burocracia estatal.
En fin, los números ya están escritos y solo resta que sea aplicada “La Ley de Herodes” impuesta desde el tercer piso de Palacio de Gobierno.