Aun cuando en la palestra política quintanarroense siguen manejando los nombres de los seis aspirantes a ocupar la candidatura del PRI la gubernatura para el 2016, la realidad es otra, únicamente Raymundo King de la Rosa, José Luis Toledo Medina y Mauricio Góngora conservan verdaderas esperanzas de alcanzar la nominación.
A medida que se acortan los tiempos para la definición, los nombres de los “suspirantes” que anhelan ocupar la silla que dejará vacante Beto Borge se extinguen, situación hasta cierto punto normal ya que la mayoría de estos políticos únicamente “soltaron petardos” para ser tomados en cuenta a la hora de repartirse el “pastel político”.
Además, la exclusión de Gabriel Mendicuti Loria, Paul Carrillo de Cáceres y Eduardo Espinosa Abuxapqui, de la lista de candidateables, obedece a que su escaso capital político no les alcanzó para mantenerse en la justa.
Caso contrario ocurre con el actual líder estatal del PRI, Raymundo King de la Rosa; del diputado federal, José Luis Toledo Medina y del presidente municipal, Mauricio Góngora Escalante, quienes continúan sumando adeptos y acrecentando capital político.
El chetumaleño King de la Rosa impulsa su figura desde la tarima de la dirigencia estatal del PRI, pero además alentado por el máximo jerarca del tricolor nacional, Manlio Fabio Beltrones, con quien compartió curul en el Cámara de Diputados.
El playense “Chanito” Toledo Medina lo hace desde el Congreso de la Unión donde lidera la fracción parlamentaria del PRI-Quintana Roo y a través de sus redes ciudadanas que tiene en varios puntos del Estado.
El edil de Solidaridad, Mauricio Góngora aprovecha el respaldo como presidente de la FENAMM, funcionarios del Poder Judicial, el de Organizaciones No Gubernamentales (ONG´S), sindicatos, agrupaciones culturales, religiosas, sociales, educativas y deportivos para seguir en el camino correcto.
El gran perdedor de los tres aspirantes que ya son excluidos de la lista, es el presidente municipal de OPB, Eduardo Espinosa Abuxapqui, quien perdió la candidatura desde hace tres años, porque en lugar de pedir, por la presidencia municipal, hubiera terminado su labor como presidente de la Gran Comisión en la XIII Legislatura del Congreso del Estado y después ocupar la dirigencia estatal del PRI, desde donde hubiera tenido mayor “power” y presencia en todo Quintana Roo.
El segundo gran perdedor es sin duda el presidente municipal de Benito Juárez, Paul Carrillo, quien no aprovechó gobernar el “motor” de Quintana Roo, ya que se dedicó a solucionar problemas familiares y amorosos, dando oportunidad que los “niños verdes” gobernaran la primera mitad de su trienio.
El tercer perdedor es Gabriel Mendicuti Loría, pero era bola cantada porque el ex alcalde de Solidaridad carece de carisma político, además difícilmente se quitará la etiqueta de perdedor, ya que él coordinó la campaña presidencial de Peña Nieto, que por cierto perdió en Quintana Roo.
Entonces, resulta obvio subrayar, que quienes se queden atrás deberán apoyar al ganador y éste deberá tomarlos en cuenta, pues los votos de la estructura ya no son suficientes para ganar la elección que viene. La unidad y una buena oferta electoral serán indispensables como nunca antes había ocurrido.