Por Mario Castillo Rodríguez
Chetumal.- El hoy ex procurador de Justicia del Estado de Quintana Roo, Gaspar Armando García Torres; al igual que el apóstol Pedro, tres veces fue interrogado por los representantes de los medios de comunicación –entre ellos un servidor- y, aunque el gallo no cantó, tres veces omitió dar una respuesta respecto a su destino.
Luego de que fue relevado este día tras haber presentado su renuncia el viernes pasado al cargo de Procurador, García Torres se limitó a responder que su salida de la PGJE obedece -en primer lugar- a motivos personales, pero dejo en claro que de igual manera se sumará a un proyecto al que será asignado por el gobernador Roberto Borge Angulo.
Sin embargo y de manera respetuosa, no proporcionó información al respecto limitándose a mencionar que en su momento sabremos cual será su paradero luego de cuatro años de despachar en la Procuraduría de Justicia.
No obstante, como también hemos señalado con anterioridad en “El punto sobre la i”, ha trascendido que este cambio responde a la posibilidad de que en fecha futura entre al quite en el Poder Judicial para relevar a Fidel Villanueva Rivero.
Y es que de acuerdo a los movimientos que se dejan ver en el tablero político de cara al proceso electoral que tendrá lugar en el 2016, se habla también de que el actual Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Quintana Roo, irá en busca de la candidatura del PRI para contender por la presidencia municipal de Cozumel, y en esta coyuntura encajó el ex titular de la PGJE.
Empero, habrá que esperar los tiempos para conocer a fondo si los presagios se cumplirán, pues Gaspar Armando García Torres aseguró que su salida de la PGJE por ningún motivo tiene que ver con los mensajes intimidantes que la delincuencia organizada dirigiera hacia su persona.
“Desde que asumí el cargo como Procurador sabía los riesgos que esto implicaba, se toman las medidas pero tampoco se genera una psicosis, la tranquilidad y la satisfacción es que el trabajo se hizo de manera imparcial”, acentuó admitiendo que aunque no exista temor por su seguridad, se tomarán las medidas protocolarias.