Efecto Mariposa: Camino despejado hacia el autoritarismo.
Andrés Manuel debió de dar saltos de alegría con la llegada del COVID-19, ya que; “le cayó como anillo al dedo”, en su plan de conducir al país a la debacle económica, para consolidar su liderazgo; como el salvador de los pobres; ya que según datos “Oficiales” del CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), México incrementó en 10.7 millones el número de personas en pobreza extrema, como resultado de la crisis por la Pandemia del Covid-19
El principal objetivo del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, es consolidar “La Cuarta Transformación”, para establecer un parteaguas en la historia del país, como su lema de campaña lo refiere: “Primero los Pobres”, y para lograrlo, se considerará que ha pretendido crear en el imaginario colectivo, enemigos; como si los empresarios fueran un objetivo a destruir pues se evidencia que se les ha asociado con la corrupción, el bajo nivel de ingresos de los trabajadores, la falta de crecimiento económico (supuestamente se niegan a pagar impuestos) y la injusticia social (representandolos como neoliberales y conservadores); mientras tanto, la pobreza es ensalzada y los pobres representan el pueblo bueno y sabio.
Hoy el CONEVAL, informa que los logros sociales obtenidos durante décadas han desaparecido, y el porcentaje de pobres llega al 56.7% de la población; mientras que el 21% de esta, se encuentra en pobreza extrema, advirtiendo el CONEVAL que el número de pobres puede aumentar.
Los datos anteriores son preocupantes; pues mediante la manipulación, la exacerbación y la incitación al odio; la división y polarización de la sociedad, una persona ambiciosa y sin ética podría posicionarse para obtener la desarticulación de la democracia, la caída de la división de poderes, limitación de las libertades individuales, limitación: del libre mercado, limitación del crecimiento económico, erradicación del voto libre y secreto; así como la reducción de la independencia y facultades del INE, eliminación de los contrapesos constitucionales, y ciudadanos.
Los obstáculos que limitan a un Presidente el ejercicio del poder absoluto son: las Leyes, las Instituciones, los empresarios, los medios de comunicación y la sociedad civil organizada, y pareciera que López Obrador los ha convertidos en sus enemigos, tratando de exacerbar; el miedo, el resentimiento y el odio hacía estas; tal como lo hace en su campaña de desprestigio contra el Instituto Nacional Electoral y su Presidente; Lorenzo Córdova Vianello.
Como lo hizo patente en su lema de campaña: “Primero los pobres”, da la impresión de que al destruir la pequeña y mediana empresa; así como reducir el poder adquisitivo y desaparecer a la clase media, se propiciará a propósito: el crecimiento de la pobreza y la quiebra del país, con un crecimiento de la inseguridad e incertidumbre; como si de un plan maquiavélico se tratara para asumirse como el héroe que rescató a México y lograr un posicionamiento como líder nacional obteniendo facultades meta constitucionales.
A la ciudadanía le tocará juzgar, decidiendo si acepta el ascenso de un Presidente con poderes dictatoriales (a pesar de los nulos resultados en beneficio del país), obteniendo la certeza de un racionamiento de: alimentos, medicinas, vestuario y el reparto de migajas; mientras, como sucede en Rusia y Corea del Norte, se fortalece el ascenso de un hombre poderoso, quien podría hacer uso indiscriminado de los recursos naturales a su antojo, transformándose en un líder inmensamente rico.