Por Malixpek
La insensibilidad de algunos servidores públicos es un verdadero insulto; especialmente cuando se trata de giras comunitarias, donde lo único que se ve por donde voltees, es la pobreza de la gente.
Sin embargo, eso parece no importarle a personajes como Paula González Cetina, acostumbrada ya a la buena vida citadina y a las comodidades que provee el dinero.
En la gira que desarrolló este lunes el gobernador de Quintana Roo por comunidades de José María Morelos, a Paula se le hizo fácil llegar en su camioneta Cheyenne High Country, a todo lujo. Llamó la atención, no sólo por ello, sino también por una conducción temeraria de su chofer.
En Santa Gertrudis y San Diego, dos de las comunidades de José María Morelos visitadas por las autoridades estatales, municipales y federales, se les considera de alto y muy alto rezago social, según la Sedesol, motivo por el cual ahí se entregaron pequeños cuartos de material de un programa de vivienda.
Quizá a González Cetina se le olvidó a qué lugar estaba llegando. Quizá la directora general de Capa por ser la titular del área que hizo las obras de ampliación de agua potable quiso competir con la clase adinerada morelense o quizá se le olvidó que en esta demarcación geográfica también compite por la diputación federal su jefe político Andrés Ruiz Morcillo.
Lo cierto es que en vísperas de un proceso electoral, en un municipio polarizado por Pedro Pérez, Domingo Flota y Andrés Ruiz, contra el «establishment» oficial, complementado con un mediocre trabajo de Juan Parra, lo último que quieren ver las mujeres y hombres de las comunidades es como los funcionarios de primer nivel les restriegan en la cara las bondades de un sistema político que sólo beneficia a quienes ostentan el poder.
Apenas hace unos meses se empezaron a aplicar los incrementos al agua potable y al drenaje promovidos por Paula y gavilla y aprobados por el Congreso.
Apenas hace unos meses se le autorizaron mil millones de pesos más a Paula González Cetina para «infraestructura productiva».
Apenas hace unos meses supimos realmente cuanto ganaban los funcionarios de primer nivel de Capa, especialmente la directora con 72 mil pesos mensuales, según un documento de transparencia publicado por la propia Capa en su portal, que luego salieron a corregir y decir que eran 59 mil 898 pesos mensuales.
Agréguele los «caídos» vía diezmos de contratos de obra.
Sin duda alguna le alcanza para una vida cómoda. Quizá Por eso presume la Cheyenne Apá… sin importar que sea en las comunidades más jodidas.