Por Marcelino Hu
Chetumal. – El secuestro de la maestra Magali, esposa del químico Juan Carlos Azueta Cárdenas, ha generado una serie de reacciones en la sociedad y diversas medidas de seguridad en Chetumal, que van desde la instalación, «tardía» por cierto, de filtros de control para cerrar la ciudad, hasta la intervención de grupos especializados en secuestro quienes tratan de establecer el paradero de la mujer a través del uso de equipo tecnológico. Hasta ahora no lo han conseguido.
La reacción de los cuerpos de seguridad fue tardía y ociosa, pues si bien reaccionaron ante el reporte de la desaparición de la mujer y se activaron diversos protocolos, los hechos – es decir la privación de la libertad de la maestra – había ocurrido varios minutos atrás, por lo que instalar los filtros y revisar vehículo por vehículo como sucedió ayer, es por demás ocioso.
La familia del químico ha organizado una misa a las 19:00 horas en la iglesia del Sagrado Corazón para pedir por el pronto regreso de la maestra Magali.
Mientras que la sociedad civil se ha organizado para realizar una marcha desde el museo de la cultura maya hasta el domicilio de la familia en forma de protesta por los índices de inseguridad que se registran en Chetumal.
Es el tercer secuestro que se reporta en el sur de Quintana Roo en lo que va del año, dos en la zona rural y uno más – el de la maestra- en la ciudad.
El caso más reciente reportado en la ciudad, fue a finales del 2016, cuando se privó de la libertad a un alumno de la escuela, Ignacio López Rayón quien fue rescatado con vida en las inmediaciones de la comunidad de Raudales.