Viborianus
Victoriano Robles Cruz
El viernes salimos de viaje por actividades deportivas de la familia, ahora aunque sea un poco tarde, intentamos cumplir con nuestra misión, la de interaccionar por el medio electrónico del correo y las redes sociales; igual con los gratos colegas, quienes nos brindan sus espacios de hospedaje para divulgar esta humilde aportación. Para todos, va nuestro sincero agradecimiento.
Es fin de semana celebraron elecciones para renovar el Congreso del Estado de Coahuila, aunque siguen conservando las mayorías en ese congreso los priístas, tal como sucedió en 2011; el comportamiento de los electores sigue también siendo el mismo, tétrico avance del abstencionismo, según información difundida por los medios oficiales la participación ciudadana apenas fue de 39.9 por ciento del listado nominal. ¡Ganó el abstencionismo!
Pero, eso sí, el cantico de victoria obnubila la realidad electoral, esa inexistente relación o vínculo entre ciudadanos y políticos, está presente, ¡ahora más!; no hay ni un cambio en esa tendencia, las próximas elecciones los priístas o los partidos predominantes, en sus regiones, les bastará su “voto duro” para alcanzar el triunfo, sin importar la participación ciudadana en estos procesos electorales. ¡Al fin eso ni les interesa!
Muchos nos cuestionamos sobre el propósito de las promociones políticas, las campañas electorales, la seducción de los candidatos y partidos al electorado, ¿dónde han quedado? ¿Tiene alguna intencionalidad ese abrupto (salvaje y desigual) gasto?, para la promoción del personaje hecho candidato, sin al final del trayecto no refleja ni una participación novedosa, ni tan siquiera votos; la tendencia en las participación ciudadana sigue reduciéndose a niveles de preocupación. Muy grave no salga el electorado a votar.
Para muchos políticos ni les preocupa ese comportamiento social, esa respuesta ciudadana, ese rechazo; su cínico pragmatismo sólo les alcanza para visualizar su pírrico triunfo, pues con una participación muy pequeña de los electores: ¿qué representatividad puede tener el diputado electo? ¿Será el manifiesto rechazo a los políticos, lo ajeno de sus respuestas para con los ciudadanos, la desarmonización entre las demandas sociales y los comportamientos serviles al poder, de la cauda de los llamados representantes populares, tanto del orden estatal como federal?
Las altas cifras de abstención en Coahuila deberían de prender las alarmas de los organismos electorales nacionales e internacionales; hasta preguntarse en sus informes si hacen falta incentivos para los votantes. Por qué esa disparidad en el voto de los coahuilenses, porqué esa desciudadanización. ¿Por qué ese alto abstencionismo? ¿Qué pasa? ¿Desesperanza, repudio, desdén, pereza?
Sí nos parece una gran realidad ese comportamiento ciudadano, algo no se está haciendo de manera correcta; algo hemos aprendido de estas observaciones políticas, ni es la primera ocasión que sucede y con seguridad son las mismas causales las generadoras de estas respuestas ciudadanas. Donde la preponderancia partidaria es priísta las posibilidades del éxito resultan ser enormes, contimás ahora con su propio Instituto Nacional Electoral (INE), las elecciones están aseguradas por varios años.
En Coahuila, los priístas ganaron todos los distritos electorales. Grave suena y lee este mensaje de quien es la secretaria general de ese partido: “Con una gran satisfacción y como ejemplo a nivel nacional de la participación de los priístas en este proceso electoral, me da mucho gusto anunciar como Secretaria General, pero desde luego como priísta, que de acuerdo a los números que nos dan las estructuras hemos ganado los 16 distritos en Coahuila”. ¡Tan sólo les interesa ganar! ¿Los ciudadanos dónde quedan?
PD.- “En el mundo hay sólo dos maneras de triunfar: por la propia capacidad o por la imbecilidad ajena”. Jean de la Bruyere (1645-1696) Escritor francés.
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