Familiares del extinto Luis Álvarez Baños, quien por 36 años brindó sus servicios en la Secretaría Estatal de Salud (Sesa), acusaron a las autoridades de negar el ingreso a uno de los consanguíneos para ocupar esa plaza que por ley corresponde. La viuda desamparada exige que se haga una investigación a fondo ya que al parecer estas vacantes por defunción son vendidas al mejor postor.
Mabel Castillo Paz, esposa del difunto aseguró que hay “gato encerrado” en su caso, pues tanto la SESA y el Sindicato Nacional de Trabajadores del Sector Salud, se reparten en partes iguales las plazas que van dejando los trabajadores que pierden la vida por vejez o algún accidente laboral.
Recordó que su esposo (+), se desempeñaba como jefe de cocina del Hospital General de Chetumal, y desafortunadamente dejó de existir el pasado 17 de enero de este año, “por lo que días después acudí en compañía de mi hijo Luis Álvarez para darle trámite correspondiente a la plaza que era de mi cónyuge”, explicó.
Sin embargo, siguió diciendo que primero acudieron a entrevistarse con director del Hospital General, Noé Sánchez Tun, “quien de manera prepotente me dijo que ese tipo de movimientos son de carácter administrativo pero que la autoridad facultada para realizar los trámites correspondientes es el representante sindical pues el extinto tenía plaza federal”, dijo.
Posterior a esto, narró la viuda, acudió a entrevistarse con Barbaciano Sansores Matos, secretario general de la Sección 45 del SNTSA, el cual también dijo que toda plaza que va quedando vacante por cuestiones de fallecimiento corresponde a uno de los hijos, pero, que es el área administrativa de la SESA, quien lo determina.
Es por eso, que debido a la angustia y las vueltas que como viuda desamparada me han hecho dar, es que suplico al titular de la SESA, Juan Ortegón Pacheco que atienda mi caso, ya que por medio del área de recursos humanos del Hospital General y del mismo Sindicato del Sector Salud, “se echan la bolita”, con la finalidad de ganar tiempo y poder vender la plaza de mi esposo (+) al mejor postor.
Agregó que las plazas de los trabajadores de la SESA, conforme quedan vacantes por defunción se reparten en partes iguales entre la autoridad que es la Secretaría de Salud y la parte sindical, “por lo que no descartamos que sean otorgadas a gentes allegadas o familiares a cambio de fuertes sumas de dinero”, manifestó la señora Mabel Castillo Paz.