Por Mario Castillo
Chetumal.-El actual titular del Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos en Quintana Roo (IEEA) Rafael Quintanar González, mantiene bajo total hermetismo las irregularidades cometidas por quien le antecedió en el cargo, tal y como si estuviera aprendiendo de ellas para incurrir en las mismas prácticas.
A pesar que es del dominio público que fue a través del Patronato del IEEA donde hubo una enorme fuga de recursos públicos orquestada por Javier Novelo Ordóñez, el frustrado ex precandidato a la presidencia municipal de Benito Juárez por el partido Morena, se aferra a mantener vigente esa figura al interior del organismo con tal de sacarle el jugo necesario.
En conferencia de prensa ofrecida este miércoles 4 de enero, Quintanar González omitió mencionar a cuánto asciende la cantidad de recursos que se fugaron por la vía del Patronato, bajo la excusa de que aún se encuentran en el proceso de revisión.
“Ese dato todavía no lo tengo, todavía no terminamos de cerrar, deja que cierre, tú quieres que te de todas mis notas el mismo día, no se vale; luego por eso sacan lo que ustedes quieren, eso te lo diré la otra semana”, respondió a pregunta expresa de un servidor el titular del IEEA.
No hay que pasar por alto que la falta de transparencia fue precisamente uno de los factores que llevaron al quebranto y la debacle a la pasada administración, y es en esta tesitura que Rafael responde a los cuestionamientos de los medios de comunicación, como si se tratara de un juego perverso en el que el hermetismo lleva el papel principal.
No obstante, presumió duplicar en este año los logros obtenidos por su antecesor para abatir el analfabetismo en el Estado, a pesar de que el presupuesto a nivel federal tendrá un recorte del 30 por ciento, y que el IEEA depende de un 80 por ciento de ellos.
Lo que si queda claro, es que este año Quintanar González dispondrá de un presupuesto superior a los 60 millones de pesos, sin pasar por alto los dineros que ingresan al instituto a través del Patronato, que no están fiscalizados del todo y que son la mayor apuesta del también ex perredista para nutrir sus activos personales.
Ya que así como traicionó al PRD, para mudarse a un Morena de donde fue prácticamente expulsado por incurrir también en actos de traición durante la pasada campaña de 2016, bien pudiera traicionar la confianza de su actual padrino político el gobernador Carlos Joaquín, a quien le debe el cargo que hoy ostenta como pago de favores.