Victoriano Robles Cruz
Uno de los fenómenos sociales más claros y lesivos para la colectividad es conocido y hasta practicado por todos nosotros, en sus diversas modalidades: la corrupción. El comparativo paradójico con el cáncer y la asociación indiscriminada con otros problemas sociales, especialmente la pobreza e inseguridad, permite extraer un mensaje final pesimista; pero, nos preguntamos: ¿por qué no exigir un cambio social radical? ¿Usted también es feliz con la corrupción?
Quiénes no han hecho uso de las modalidades de la corrupción: tráfico de influencias, contrabando, el soborno, peculado, el uso privado de los bienes públicos, la sanción para los inocentes y el premio o recompensa para el malicioso y perverso. Practicas por todos conocidas y hasta incrustadas en el seno familiar, como ejemplo y tarea para los descendientes. Con apreciación muy fácil por cualquier individuo del vecindario.
Cierto, no todos comprenden sus efectos nocivos: el deterioro social, institucional, pero también horma el desprecio a la legalidad; igual visualiza triunfos a lo ilegitimo, a lo inmoral; una sociedad corrupta como la nuestra es una sociedad enferma, en grave descomposición, y por lo tanto una sociedad injusta. Sus contradicciones reflejan esa grandeza en la corrupción, son variados los ejemplos para ilustrar la desgracia: Mireles en la cárcel, Néstor Félix Moreno Díaz de CFE, el sonoro “Wal-Mart Gate”, los hermanos Bribiesca, los sobornos de la compañía Orthofix al IMSS, el lavado de dólares de HSBC, los “liderazgos” sindicales, el narcotráfico, la inseguridad, etc., etc.,
La lista de Forbes en Estados Unidos de los 10 mexicanos más corruptos de 2013: “Elba Esther Gordillo, Carlos Romero Deschamps, Raúl Salinas de Gortari, Genaro García Luna, Andrés Granier Melo, Tomás Yarrington, Humberto Moreira, Fidel Herrera, Arturo Montiel, Alejandra Sota”.La nota de Dolia Esteves, dice: “Los niveles alarmantes de corrupción en el gobierno, el poder judicial y en la aplicación de la ley, llevo a México a conquistar el título en 2013 como uno de los dos países más corruptos de América Latina, según el Barómetro Global de la Corrupción publicado en julio por Transparencia Internacional, un grupo contra la corrupción sin fines de lucro”.
Existen individuos con una percepción diferente o parcializada del fenómeno, quizá inmersos en ella la perciben como algo normal en el entorno de su convivencia… ¿Somatizada? La conciben opuesta a la mayoría como algo normal de su sistema individual o colectivo. Hasta disfrutan en sus tertulias con los actos de corrupción, ejemplifican y se regocijan de estas conductas, además menosprecian a quienes la determinan como un mal. No basta pararse en los extremos de estas dimensiones: la pasiva, contemplativa y que hasta usufructúa con ella; por el otro: la activa, reflexiona e investiga sobre su génesis y la ve como un futuro catastrofista para la sociedad.
Pensamos… son momentos de reflexionar y tomar algunas decisiones difíciles, la corrupción y su percepción ciudadana ha penetrado todos los rincones de nuestro país, pues de otra manera siempre tendremos excusas para los corruptores y corrompidos, para su existencia y usufructo. El daño material, el desprestigio internacional y el costo económico son graves, constituyen toda una “industria” para la explotación, extorsión y destrucción social. Su final no será fácil, pero si es innegable comenzar a frenar este flagelo nacional, emprender acciones de trascendencia, aportaría beneficios públicos. ¿Será no le podemos pedir tregua a la corrupción?
No se ven señales que demuestran la posibilidad de avanzar, cuando se tiene voluntad política, aunque de todas maneras hay otras áreas donde el avance no es suficiente. ¿Por qué la impunidad sigue siendo prevaleciente en todos los casos de corrupción o de acciones asociadas a ella? ¿Por qué en todas estas acciones reformistas no se coloca en el centro de las discusiones? ¿Por qué no se asume como una política central del Estado mexicano? Bueno…ni como política general, por el contrario se elude mencionar el tema de la corrupción, muchos perciben como un solapamiento o encubrimiento a estas conductas, sobre todo dentro de las entidades gubernamentales.
¿Necesita el poder absoluto de la corrupción? Por qué entonces, sólo se acusa al indisciplinado, al desobediente, pareciera un mecanismo de sanción para quien no cumple con las reglas de la tolerada corrupción, todos se cubren con el mismo manto de la corrupta impunidad. Hasta de sabotaje puede ser acusado y permanecer privado de su libertad por muchos años, mientras la complicidad arropa, o bien sigue envolviendo y premiando a los fieles corruptores y corrompidos. La mancuerna perfecta.
PD.- “No puedo pensar que la profunda corrupción que vive nuestro país no esté solapada por aquellos que detentan el poder político” Joaquín Cosío (1962- ), actor y poeta mexicano.
PD.- Simulando el panorama electoral del país, sí hoy fuese la elección de diputados federales, con un tercio de los votos, el PRI sería el partido con más votos (32%), seguido del PAN (23%) y PRD (11%), según encuesta de EL UNIVERSAL/Buendía & Laredo de agosto de 2014.
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