*Siendo un lastre impuesto junto con el nobel dirigente del PRI en el décimo municipio
En la intentona de ganarse un espacio en las esferas de la política, la secretaria general del PRI en Bacalar Oneyda Cuxim Irigoyen, acude a todo acto político que le sea posible para figurar en un escenario que sueña ideal para su persona, aún y cuando su reasignación en dicho cargo no sea más que un lastre para el nobel titular del tricolor bacalarense, Paul Romero Gómez. Por cierto otro incipiente personaje carente de una trayectoria favorable en pos incrementar los adeptos de este partido en el décimo municipio de Quintana Roo.
Si lo que pretende el tricolor y primer priista de dicha demarcación municipal es construir un escenario adecuado para trascender entre la militancia y ganar así terreno no sólo a la oposición sino a los demás tribus de este instituto político que luchan por una oportunidad de turno, con la imposición de una novata como Cuxim Irigoyen este proyecto corre grandes riesgos, ya que si a lo deplorable le sumamos lo incompetente y prematuro, el resultado será un maligno ente que ahuyentará a los votantes de tres colores de las urnas, cediendo lugar a partidos como el PAN y el PRD que están a la espera de erigir victorias sobre escombros de sus adversarios, y a eso le apuesta Chepe con sus “figuritas de porcelana”.
Y es que vale la pena recordarle a la Secretaria General del PRI de Bacalar, que un proyecto político no se construye ni se gana con una sonrisa sexy, esos tiempos ya quedaron atrás al menos en demarcaciones donde se privilegia y antepone el trabajo político a los intercambios de “favores políticos”. Y aclaramos con mayúsculas: FAVORES POLÍTICOS, para que no se malinterpreten las palabras, ni se confundan con apreciaciones y cargos de conciencia personales.
También es de señalarse que lo expuesto y publicado respecto a la persona política que hoy se placea por todas las comunidades del municipio bacalarense como la estrella de esta tragicomedia–incluso en Othón P. Blanco y otras demarcaciones municipales buscando salir en la foto para ganar adeptos-, no es una opinión personal, mucho menos particular.
Nuestros comentarios editoriales son el eco del sentir de toda una sociedad que hoy ve con desprecio al proyecto político que favorecieron en las urnas el pasado 7 de julio de 2013, y que hoy les da la espalda. Un grupo de ambiciosos y viciosos de la política que jugaron por el poder ofreciendo esperanza a los sectores más desprotegidos en agresiva campaña, y que hoy “se sirve sin servir”.
Hace falta “motivación”, la voz de todo un pueblo no puede estar equivocada. Y hace falta “motivación”, pero no con prebendas ni miserables dádivas, sino con trabajo político de calidad. Con acciones que vayan de la mano, hombro con hombro. Haciendo más eficiente el dispendio de recursos para no caer en errores pasados que tanto se criticaron. Para no sentir que se galopa en caballo de hacienda, mientras que en el municipio ni la yunta camina, primero hace falta arrear a los bueyes.
Nota: “El Punto Sobre la I” y todo su equipo de colaboradores, aprovechamos este espacio para enviar un fraternal saludo a la flamante secretaria general del PRI en Bacalar Oneyda Cuxim Irigoyen, a quien agradecemos el favor de su preferencia.
Ahora bien, en lo que respecta al recién estrenado Paul Romero Gómez como dirigente del PRI municipal en Bacalar, dedicaremos futuras entregas ya que su trayectoria merece atención muy particular. Como adelanto es de mencionarse que su primera incursión en los lideratos de grupo fue durante sus constantes parrandas de estudiante. Marco donde aprendió el arte de la simulación y la mentira, siendo estos factores primordiales para pertenecer al selecto grupo de Chepe, “El Rey Taquero”.