Chetumal.- Bajo estrictas medidas de seguridad, elementos de la Policía Federal División Caminos y el Instituto Nacional de Migración (INM), trasladaron vía aérea a cuatro indocumentados de origen cubano, quienes son acusados de intentos de fuga y motines en la estación migratoria de Chetumal. Estas personas serán puestas a disposición de su embajada en la ciudad de México, para que se determinen su situación legal en el país.
Alrededor de las nueve de la mañana de este jueves una vagoneta del Instituto Nacional de Migración (INM), marca Toyota, tipo Hiace, color blanco con franjas rojas, verdes y una torrera en el techo, con placas de circulación MNP-48-74, escoltada por la patrulla de la Policía Federal División Caminos 15855, ya que el personal migratorio trasladaba a cuatro indocumentados cubanos.
De acuerdo a información recabada se pudo establecer que los cuatro balseros cubanos responden a los nombres de Martín Bobadilla, Carlos Estéfano, Raúl Vallote y Santiago de la Cruz Martínez de 32, 30, 27 y 25 años de edad, originarios de la isla de Cienfuegos, Cuba; quienes el pasado 17 de Octubre del 2014, encallaron en una embarcación endeble que recaló en las costas del municipio de Tulum.
Estos cuatro balseros tenían poco más de 30 días en altamar y presentaban una fuerte insolación, deshidratación y enfermedades en la piel, por lo que fueron internados en clínicas y hospitales, para que recibieran la atención médica correspondiente; así mismo, relataron que en la odisea para llegar a los Estados Unidos de Norteamérica, murieron dos de sus compañeros a causa de la deshidratación, cuyos cuerpos fueron tirados a las aguas del mar caribe.
En este orden se pudo establecer que desde su llegada a la estación migratoria de Chetumal, los cuatro cubanos habían participado en varios intentos de fuga, además de motines y huelgas de hambre, para protestar por la comida que se les daba, además de no permitirles realizar llamadas telefónicas a familiares en los Estados Unidos y mucho menos contar con algunas comunidades como televisores y ventiladores.
Ante estos hechos las autoridades del INM determinaron enviarlos a oficinas centrales de la ciudad de México, para que se determine su situación legal en el país, además de que corren el riesgo de que sean deportados de nueva cuenta a Cuba o bien permanecer en territorio nacional, respetando las leyes migratorias para continuar su viaje a los Estados Unidos de Norteamérica en donde cuentan con familiares.