COLUMNA FE DE ERRATAS
Por Mario Hernández
Aunque haya cándidos con semblante acusador, dudo que abunden los que osen creer que las manifestaciones conservadoras venezolanas sean espontáneas.
Los planes para derrocar a los gobiernos que no se pongan de hinojos ante el imperio de las trasnacionales estadunidenses no sólo se urden en los rincones del Pentágono o los salones de la Casa, también los proyectos para derrocar presidentes constitucionales latinoamericanos se fraguan en centros educativos y de investigación de los EE. UU, como The Albert Einstein Institution, de donde es profesor fundador Gene Sharp, de cuya manita filósofa salió el libro “De la dictadura a la democracia”, que no es otra cosa que un instructivo para derrocar presidentes electos por voluntad popular que no obedezcan las ordenes de la residencia de Campo David.
En ese método, la máscara para tan aviesos fines son las manifestaciones furibundas para botar presidentes incómodos a los intereses de los trust o al saqueo norteamericano.
La página 25 de ese libraco, confiesa: “La lucha noviolenta es mucho más compleja y tiene métodos más variados.”.
Sharp no se queda allí. Proporciona detalles de las actividades cuasi democráticas. Por ejemplo:
“La lucha utiliza armas psicológicas, sociales, económicas y políticas aplicadas por la población y las instituciones de la sociedad. Estas han sido conocidas bajo varios nombres, como protestas, huelgas, no cooperación, boicots, desafección y poder popular.”
A continuación un manojo de observaciones al canalla texto “De la dictadura a la democracia”, la biblia para desestabilizar regímenes democráticos.
1.- No menciona en quién están los medios de producción
2.- Tampoco alude a las trasnacionales; ni le dedica una línea al imperio terrorista estadunidense, que lo mismo invadió Granada, que secuestró a Sadam Hussein.
3.-Carga su “análisis” sobre los países socialistas; aunque de pasadita, como no queriendo despeinarlos, menciona a los gorilas de las dictaduras militares capitalistas.
4.- Da todo el peso de sus críticas a los derechos humanos.
5.- Tampoco dice nada del saqueo de los recursos naturales por las compañías norteamericanas
6.- Menos documenta el daño que causan las trasnacionales al medio ambiente, y esconde el impacto de la contaminación de muchas industrias en aire, ríos, mar y lagunas en la salud de los habitantes.
7.- Advierte la importancia que tienen las organizaciones no gubernamentales, las famosísimas ONG’s (por eso muchas son financiadas por el capital imperial, al través de las fundaciones)
8.- De manera significativa, usa una y muchas veces el término “lucha de liberación”
9.- Ni una palabra escribe sobre la agresión a las soberanías de los países en donde operan las corporaciones de EE.UU. Eso sí, se cansa de elogiar el derrumbamiento de los países del bloque socialista
10.-Aplica torcidamente o adultera el concepto democracia
11.-Este recetario no sólo es aplicable en países socialistas de corte o con programas progresistas o anti imperialistas, sino también en naciones donde el Tío Sam no tiene un presidente títere, sumiso, manejable; que obedezca los dictados del FMI, Banco Mundial, etc., etc., etc..
12. Como una contribución más al “pensamiento social”, Gene Sharp no tiene empacho en recomendar: “Como un modesto complemento…Se pueden llevar a cabo esfuerzos para obtener sanciones diplomáticas, políticas y económicas contra la dictadura por parte de gobiernos y organizaciones internacionales”.
13.-Emite designios que deben realizar los que derrocan a un gobierno “totalitario, tirano”, entre ellas, modificar la Constitución.
Y ya después de aplicarse el lector el lavado de cerebro sugerido por este “académico”, el manual suministra un apéndice de 198 tareas, quehaceres o acciones que comprende el método de la acción “pacífica”, para que completar el apendejamiento de la conciencia latinoamericana. (Mario Hernández; Fe de erratas)