Jesús Alberto Capella Ibarra es un abogado tijuanense. De activista se convirtió en funcionario durante los años de mayor violencia de la ciudad. Un personaje sin carrera policial, que pasó de reclamar a las autoridades a dirigir la seguridad pública y que al finalizar su gestión en Tijuana dejó un repunte de homicidios que atribuyó a la transición de gobierno.
Fue dos veces titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) en Tijuana: de 2007 a 2008 y de 2010 a 2013.
Su segundo nombramiento, por parte del entonces presidente municipal, el priista Carlos Bustamante Anchondo, causó sorpresa porque en su primera gestión había sido destituido tras un fin de semana en que se registraron casi 40 homicidios en Tijuana.
Bustamante defendió la designación asegurando que a Capella se le debe que Tijuana recuperara los niveles de seguridad tras la ola violenta que registró entre el 2008 y hasta finales del 2010.
De abogado a «Rambo tijuanense»
Capella inició su carrera pública apenas dos años antes de volverse funcionario, primero como coordinador en Baja California del Consejo Ciudadano por la Transparencia y el Combate a la Corrupción, luego como consejero del Comité de Participación Ciudadana de la Procuraduría General de la República (PGR) y finalmente como presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública de Baja California.
Ya como presidente del Consejo, -en 2006-, encabeza una serie de marchas multitudinarias donde los tijuanenses, vestidos de blanco, exigen a las autoridades acabar con la ola de secuestros, homicidios y asaltos.
Estas marchas fueron las primeras de su tipo en la ciudad y las primeras también en que la clase media y alta se manifestaba en las calles. Fue entonces que se daba una especie de éxodo de la clase pudiente, que se fue a vivir a Chula Vista, California.
Esta serie de protestas culminaron en una marcha de más de dos semanas a lo largo de todo el estado, en la que Capella y la sociedad civil organizada exigieron a las autoridades a frenar la delincuencia.
En su discurso, Capella denunció corrupción en las corporaciones policíacas y en el gobierno y al concluir el recorrido de 500 kilómetros instaló en Tijuana cuatro piezas de un rompecabezas con palabras que aludían a la seguridad y la paz, anunciando que las retiraría cuando se lograra el mensaje contenido en las esculturas de metal.
Luego de las marchas, Capella denuncia haber sido amenazado de muerte -presuntamente por miembros del cártel Arellano Félix-, amenazas que culminaron cuando un comando armado atacó a balazos su casa, el 27 de noviembre de 2007.
Según su recuento del ataque, el abogado-activista tuvo que repeler el ataque con un arma larga que uno de sus escoltas había olvidado en su casa, sin recibir apoyo de agentes municipales o ministeriales, cuyo cuartel está a menos de 100 metros de la casa donde vivía y que no acudieron a pesar de que se pueden escuchar los disparos.
Su historia de haber repelido un ataque armado solo y sin experiencia con el manejo de armas fue recibida con incredulidad por los medios y el público en general, por lo que no tardaron en apodarlo «el Rambo tijuanense».
Un mes después, el Cabildo de Tijuana lo nombra titular de la Secretaría y al teniente coronel Julián Leyzaola como director de la Policía.
Fuente: http://www.milenio.com/estados/quien-es-jesus-alberto-capella-ibarra