Efecto Mariposa
La Laguna de Bacalar y su entorno asemejan al paraíso en la tierra, una imagen del idílico Edén de la Biblia; un jardín donde conviven los animales salvajes con el hombre en franca armonía, con un río de la vida eterna que lo recorría y abundantes árboles frutales; así Bacalar con una laguna con extensión de más de 60 kilómetros; con sus aguas cristalinas y sus estromatolitos; esas rocas vivas que producen enormes cantidades de oxígeno; el caracol chivita y los cientos de especies de aves que escogen este paraíso para anidación; pero Bacalar no es sólo su laguna; también la componen sus miles de hectáreas de selvas tropicales y abundantes humedales; con sistemas hídricos de ríos temporales y aguadas; abundante flora y fauna y ecosistemas de equilibrio complejo; pero este paraíso está a un paso de desaparecer.
Durante miles de años la región sur de la Península de Yucatán ha permanecido imperturbable; merced a la lejanía de los imperios del periodo prehispánicos y durante la conquista, por su inaccesibilidad y la presencia de aguerridos guerreros mayas; mismos que hasta el periodo independiente y revolucionario mantuvieron una independencia de hecho ante el estado mexicano, por lo que hasta hace pocos años era posible encontrar ancianos Cedros y Caobas con cientos de años, que por la abundancia de especies forestales preciosas, escaparon a las compañías de concesión forestal, de los cuales era necesario partirlos en 2 para que pudieran cargarlos los tráileres conocidos como flechas; así como una abundante variedad de especies de animales sobre las que sobresalía el Jaguar o Pantera.
La creación del municipio de Bacalar el 2 de febrero de 2011 ha traído un desarrollo extraordinario; en donde quien ha salido perdiendo es la selva maya bacalarense; pues la deforestación se ha acelerado; así como la caza furtiva de las especies silvestres, situación agravada por la presencia continua, de huracanes cada vez más poderosos: que ocasiona la pérdida de miles de toneladas de biomasa; así como la muerte de miles de animales silvestres; ya sea por la falta de agua, falta de alimentos o por quedar atrapados en las intricadas redes de árboles caídos y ramas retorcidas.
La ganadería y la apertura de tierras al cultivo; precipitadas por la mecanización de la que han sido protagonistas los menonitas; sumadas actualmente: a la deforestación producida por la producción de carbón y los programas federales de sembrando vida; que han ido disminuyendo la extensión de las selvas tropicales; afectando a los ecosistemas y disminuyendo el hábitat de los animales silvestres; situación que impacta el equilibrio hidrológico de la laguna, pues genera más arrastre de lodos y la presencia de agroquímicos que aceleran la eutrofización de la laguna (falta de oxígeno en el agua), que favorece el crecimiento de las algas; mismas que provocan el oscurecimiento del agua.
Se espera que con al inicio de los trabajos en las vías férreas e instalaciones del Tren Maya se produzca una inmigración masiva de inversionistas del sector agropecuario a Quintana Roo, atraídos por la plusvalía, mejor transporte y apertura de nuevos mercados para los productos agrarios, lo que aceleraría aún más la deforestación y por consiguiente se reduciría el hábitat de los animales silvestres.
Gravísima es la disminución de las selvas; que son el hábitat de “Jaguar” o “Pantera”; pues disminuyen el territorio de caza; así como la cantidad de presas; entre ellas: el venado cola blanca, jabalí de collar, mono araña, pavo ocelado, faisán, danta, y otros, depredadores como: el puma, boa, lagarto, oso mielero (conocidas en África como Mangostas); falta de alimentos que provoca que los Jaguares incursionen en los ranchos ganaderos para obtener alimento; donde son matados sin miramiento alguno por los productores.
Se tiene conocimiento de un Jaguar que mató a 40 borregos; comiéndose sólo uno, lo que provocó la furia del campesino; quienes se empeñaron en cazarlo para vengar la muerte de su patrimonio y evitar futuras pérdidas; pues aducen que está cebado; como lo está un perro huevero, que conforme al dicho popular, nunca dejará de ser huevero, y en el argot del campesino; un tigre (Así es conocido el Jaguar) encarnizado nunca dejará de cazar borregos o becerros, por lo que indispensable matarlo, antes de que se vuelva un peligro e intente cazar seres humanos.
También se tiene conocimiento de un cazador que mató un tigre que se estaba comiendo sus becerros; al encontrar un chip en su cuero; lo agarró de amuleto; sin saber que era un localizador; por lo que terminó en prisión; ya que este era un tigre de los que sueltan en la Biósfera de Calakmul; por lo que los campesinos creen que a estos Jaguares los enseñan a cazar con becerros; pues una vez en su hábitat en lugar de cazar venados comen becerros.
Si las autoridades del medio ambiente siguen actuando con negligencia en cuanto a la protección de la selva tropical y del propio Jaguar; la sentencia del Jaguar estará escrita; se encamina directo a su extinción. Razón por la cual el primer gestor del cuidado medio ambiental debería ser el Ayuntamiento de Bacalar; tanto para promulgar reglamentos tendientes a la preservación de las selvas como la gestión ante las dependencias federales que refuercen su preservación.