El ego inmensurable del diputado del partido verde Gustavo Miranda ha superado la imaginación de propios y extraños, pues el joven diputado y presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo) mandó a pintar un nuevo cuadro de Andrés Quintana Roo para la oficina particular del diputado, pero con una petición especial: que el cuadro fuera hecho a semejanza del legislador.
El cuadro fue encargado a Guillermo Ochoa, quien es empleado del congreso y cuya responsabilidad es darle mantenimiento al mural del congreso local. Sin embargo, la petición resultó un tanto extraña, por lo que el pintor puso manos a la obra y le entregó un cuadro de Andrés Quintana Roo cuya imagen es similar a la del joven legislador.
Pese a su corta edad, Gustavo Miranda ha querido demostrar oficio político, pero ha sido todo lo contrario, pues en un principio dijo que el congreso sería de puertas abiertas, lo cual sólo fue durante algunos días dado que ya ha usado vallas para impedir el acceso a los medios de comunicación y a la ciudadanía.
Además, prueba de su inmadurez política fue el hecho de primero atender a los elementos de la policía ministerial, a quienes les prometió revisar su caso una vez que asumiera la presidencia de la Jugocopo, pero al diputado se le olvidó su compromiso ya que dejó colgados a los policías ministeriales, quienes la noche de ayer martes irrumpieron en la sesión del congreso para exigir la destitución del fiscal Oscar Montes de Oca.
Poco a poco Gustavo Miranda va sumando puntos negativos debido a su inexperiencia para estar al frente de la Jugocopo, cargo que ocupó debido al dinero de sus padres y a la cercanía con Jorge Emilio González el “niño verde”, pues por oficio político o méritos propios, Gustavo Miranda ha demostrado ineptitud en el poder legislativo.