Por: Javier Chan
Felipe Carrillo Puerto.- Con el objetivo de aprovechar la piel y carne de cocodrilo de manera controlada y bajo la normativa que dictan instancias federales, empresarios y el Instituto Tecnológico Superior de esta ciudad llevan a cabo un ambicioso proyecto de cría de cocodrilos que en un plazo mediano podría generar grandes ingresos económicos.
Con este ambicioso proyecto también benefician a productores y artesanos de la zona maya con el aprovechamiento de todos recursos que brindan los reptiles.
El impulsor de esta granja denominada Crococaribe, José Francisco Texocotitla explicó que este se trata del impulso para la creación de una Unidad de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre (UMA) dedicado a la reproducción de Cocodrilos con fines comerciales.
Agregó que el objetivo es el aprovechamiento al máximo de los reptiles, toda vez que en la actualidad solamente se comercializan los productos derivados de su piel, sin embargo con su proyecto buscan también aprovechar la carne del cocodrilo moreletti, además de que en un proyecto posterior pudieran también adentrarse al ramo de turismo de aventura mediante recorridos en la granja.
El entrevistado resaltó que las UMAS buscan contribuir a mantener la vida silvestre a través de un aprovechamiento sustentable, por lo que señaló que en el caso de la granja Crococaribe, la visión es precisamente la producción de carne de cocodrilo para ser comercializada en la Zona Hotelera del Estado, dado que hoy en día se tiene que importar desde otros países.
Además dijo que el proyecto surge como una necesidad de rescatar una actividad que realizaba años atrás en Quintana Roo, pues el estado siempre ha vivido del aprovechamiento de sus recursos naturales como el chicle, la madera, la miel.
Recordó que en décadas anteriores también se comercializaban los cocodrilos, aunque esta actividad tuvo que suspenderse debido a que por la caza inmoderada, esta especie estuvo a punto de extinguirse, por lo que autoridades federales decidieron tomar medidas para su conservación y a más de 30 años de dicha veda, actualmente la población de cocodrilos ya se ha recuperado.
Agregó que la población de la especie no se ve amenazada, pues a través de la UMA se puede dar un aprovechamiento de la piel y carne de manera controlada y bajo la normativa de instancias federales.
Actualmente cuentan con un convenio pactado con el Instituto Tecnológico de Felipe Carrillo Puerto, en el que se tiene previsto desarrollar y procesar la carne para hamburguesas y otros cortes.
El responsable de la granja resaltó que en la región existe la potencialidad para aprovechar estos recursos mediante la participación de la iniciativa privada, escuelas y gobierno, y con este proyecto a mediano o largo plazo, se contribuirá al desarrollo de la zona maya, toda vez que aseguró que en el municipio existe gente talentosa capaz de realizar trabajos perfectos para el aprovechamiento de la piel del reptil.