Por Mario Castillo
Cacao.-Ante la poca presencia de las autoridades estatales y municipales, las comunidades rurales asentadas en la Ribera del Río Hondo se han convertido en tierra sin ley donde predominan las arbitrariedades por parte de quienes utilizan la motocicleta como medio de transporte.
La falta de uso de casco es una de las principales violaciones en la que incurren hombres y mujeres por igual, ya que ante la nula presencia de agentes de la Dirección de Tránsito del Estado y de la omisión de la Policía Municipal, por las calles de las poblaciones es común apreciar esta falta al Reglamento.
Asimismo, la mayoría de las personas que transitan en moto en las comunidades, y que recorren de arriba abajo la también conocida como zona cañera, son menores de edad que al cobijo de los padres andan arriba de dichos vehículos sin el caso protector, y desde luego, sin la licencia o el permiso correspondiente.
De acuerdo a versiones de algunos de los habitantes de la comunidad de Cacao y Pucté, esta práctica es de uso común pues “los chamacos transitan sin la menor preocupación porque no hay policías de tránsito y los municipales generalmente no se meten en esas cosas, andan más ocupados en agarrar borrachos o raterillos para hacer la tarifa del día”, agregó Don Julián.
La propietaria de una tienda de abarrotes que prefirió guardar el anonimato, aseguró que esta situación se agudiza por las noches y los fines de semana ya que los conductores no sólo andan sin casco, sino en estado de ebriedad y a altas velocidades que “ponen en peligro a las demás personas”.
Sin embargo, señaló la abarrotera que aunque muy “por ahí por ahí”, hay ocasiones que llegan operativos de revisión de la policía estatal, y es cuando los conductores de motocicletas se las arreglan para andar con casco y en su caso evadir a la autoridad, pero en cuanto se retiran los agentes del orden todo “vuelve ala normalidad”.