Efecto Mariposa
«Todos los hombres sabios temen tres cosas: la tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre apacible»
Por Salvador Pérez Hernández.
Provocación es la que realiza el Presidente Neofascista de los Estados Unidos de Norteamérica; Donald Trump al realizar las primeras acciones concretas en la “terminación” de la construcción del muro y su determinación a que lo pague México, nos trae a la memoria las provocaciones que realizó su predecesor fascista; Adolfo Hitler, con su nacionalismo, políticas anti migratorias, conservadurismo religioso, xenofobia y su ideología racial, además de sus constantes amenazas contra sus vecino europeos, quienes hicieron oídos sordos, pasividad que favoreció el inicio de una sangrienta guerra mundial.
Es posible una nueva guerra México – Estados Unidos, sin embargo este conflicto pudo haberse evitado, pues es sabido; “que si se cede en cosas de poca monta, pronto nos obligarán a ceder en cuestiones de importancia, es preciso desanimarse desde el principio, igual debió haber hecho Europa con Hitler; nunca debieron haberle permitido ir tan lejos”; planteamiento que atribuye Mario Puzo al hijo de un capo en la novela “El Padrino”, rematando “Si el Departamento de Estado hubiese estado a cargo de las familias, la Segunda Guerra Mundial no hubiese tenido lugar”.
Hoy día México carece del prestigio Internacional, prestigio que ha sido mermado por la corrupción gubernamental exhibida por el gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto, situación agravada por la violación constante a los “Derechos Humanos”, políticas económicas y reformas tardías que han provocado el repudio popular hacia la figura presidencial, además de la poca capacidad de reacción para responder en tiempo y forma a los desaires y humillaciones del entonces precandidato a la Presidencia por el Partido Republicano.
Una opción prudente para México sería abandonar las negociaciones para la modificación del Tratado de Libre Comercio, atreverse a estrechar lazos con naciones como China, América Latina y los Países de la Cuenca del Pacífico, y romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos, pero sobre todo trabajar para acabar con la corrupción que ha mermado el crecimiento económico del país y ha corrompido el tejido social.
De no tomarse las medidas necesarias para frenar el desprecio y xenofobia de Trump hacía los mexicanos, México estará destinado a ser víctima de un genocidio, como el perpetrado con toda impunidad por Adolfo Hitler en contra de los judíos en la Alemania Nazi de la Segunda Guerra Mundial y quien sabe cuántos horrores más podrían caer sobre nuestros connacionales si se permite continúe el trato tan humillante que pretende institucionalizar este Xenófobo contra los mexicanos.