Por Salvador Pérez Hernández
Bacalar a 28 de abril 2015.Sequía es la que padece el municipio de Bacalar, con sensación térmica hasta de 48º Centígrados; situación que debería alertar a las autoridades de los tres órdenes de gobierno, debido a que los cambios en los tiempos agrícolas se traducen en pérdidas de las cosechas, carencia de forrajes y escasez de floración impactando negativamente en la economía y en la calidad de vida de los bacalarenses.
Este 2015 está siendo uno de los años más secos de los que se tenga memoria debido al incremento notable de la temperatura, llegando incluso a los 49º Centígrados, situación que se ve empeorada por las quemas que realizan los campesinos, y que gracias a la participación social y de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) se evitó lo que pudo haber sido un año en el que se perdieran ingentes cantidades de selva quintanarroense.
Llamada de atención para las autoridades agropecuarias del municipio de Bacalar, que se han visto faltos de capacidad para enfrentar los retos que representa el cambio climático y el cuidado al medio ambiente, situación que se debe enfrentar sin descuidar el aumento de la producción y mejora de la calidad de vida de más de 10 mil familias campesinas, ya que no se tiene noción de un plan de desarrollo económico de los sectores agropecuarios.
Las sequías son recurrentes por lo que se deben de tomar las medidas para enfrentarlas, como son tecnificar con unidades de riego de aguas subterráneas las parcelas agrícolas y ganaderas, que permitan a los productores mejorar sus procesos de producción de manera que se favorezca la producción y la competitividad así como el cuidado del medio ambiente.
Entre los cambios que hay que realizar tanto en las ciudades como en las comunidades y en las parcelas de cultivo como en los abrevaderos del ganado, está la utilización del agua de lluvia, mediante la construcción de depósitos para acumularla y usarla en las temporadas de sequía, tanto agua para el ganado como para riego. Por otra parte se deberá de rediseñar la vivienda urbana de manera que se contemplen techos y áreas verdes que amortigüen el calentamiento de la superficie.
Aunque el gobierno se ha empeñado en señalar a los campesinos por la deforestación y la disminución de lluvias, es evidente que el mal radica en el crecimiento desproporcionado de las ciudades como Cancún, Playa del Carmen y Chetumal, donde se da una depredación voraz de las selvas y manglares, que provocan la evaporación del agua y que evitan la formación de las nubes, ocasionando la disminución sistemática de lluvias.
Tan serios son los estragos causados por el calentamiento global que el Papa Francisco prepara una encíclica sobre la degradación del medio ambiente y los efectos del cambio climático causado por el hombre e instar a los líderes mundiales a promulgar un acuerdo de las Naciones Unidas sobre el cambio climático en París en diciembre que pretende comprometer cada nación en adoptar nuevas y duras leyes para reducir las emisiones que causan el calentamiento global.
En conclusión los bacalarenses deberían de poner especial atención a estos fenómenos meteorológicos en los que las sequías y escasez de lluvias son recurrentes, y año con año disminuye la precipitación pluvial, fenómeno que en un corto plazo estaría impactando en el nivel de agua de la Laguna de Bacalar, ya que ante la presencia de huracanes más intensos sube desproporcionadamente el nivel del agua y en los periodos de sequía estará bajando de manera anormal, y es que la Laguna es en sí una cuenca; a la que llegan los escurrimientos de las lluvias de la región, y la falta de lluvias incidirá en la disminución del nivel de ésta.