Por Salvador Pérez Hernández
Hombre carismático que transmite confianza por ser a toda Ley, quien cuando empeña la palabra es con honestidad, adoptando el lema; “La palabra se cumple”, tiene una carrera dentro del partido labrada con tesón y esfuerzo, ascendiendo lentamente peldaño por peldaño, pero sobre todas las cosas es un hombre tallado con la ideología del partido; que se preocupa por atender las demandas más sentidas de las clases sociales desprotegidas y cuyo objetivo es el triunfo en las urnas para que el poder sirva a la gente.
¿Quién será este hombre que dirija al priismo quintanarroense?
¿Estaremos hablando de Raymundo King de la Rosa?
La militancia priista sigue esperando la restructuración del partido, y uno de los postulantes a ocupar el cargo de Presidente del Comité Directivo Estatal deberá ser Mauricio Góngora Escalante, quien tendría la capacidad de unir a los grupos políticos, muchos de ellos antagónicos y darle orientación a esta amalgama de líderes y cuadros de partido, sin embargo también está pugnando por la dirigencia de esta organización política el ex Senador Eduardo Ovando Martínez.
Eduardo Ovando Martínez es un hombre de carrera partidista, ha sido Presidente de los Jóvenes del PRI, Secretario del CDM del PRI en Othón P. Blanco, Secretario General de la CNOP, Secretario General y Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Regidor y Presidente Municipal de Othón P. Blanco, Diputado en la VI Legislatura, Senador de la República y precandidato a la gubernatura además, se ha desempeñado como subsecretario de la SEDARI, Secretario de Gobierno y Secretario de Trabajo y Previsión Social.
Por otra parte Eduardo Ovando ha implementado un trabajo denominado de “Redes de Ovando”, en el cual se forman estructuras de trabajo, que se van multiplicando, las que en la elección pasada puso al servicio de Remberto Estrada Barba, con excelentes resultados, afirma Ovando Martínez, “a los coordinadores de activismo del partido no se les debe de pagar, porque si se les paga se conforma una red de familiares y allegados de los Coordinadores que simulan trabajar sólo para cobrar, la clave está en integrar estructuras reales y convencidas”.
Otro cuadro aspirantes a dirigir el PRI es el Diputado Federal, José Luis Toledo Medina, quien anteriormente se desempeñó como Tesorero del Ayuntamiento de Solidaridad y Diputado Presidente de la Gran Comisión del Congresos del Estado, sin embargo el mayor mérito de este joven aspirante, al igual que Raymundo King de la Rosa es ser “amigo” de el ex Gobernador; Roberto Borge Angulo.
¿Y acaso no hay mujeres con trayectoria y capacidad? También suenan los nombres de Cecilia Loría Marín, la Diputada Leslie Hendricks Rubio y como queriendo y no queriendo levanta la mano Marina González Zihel, quienes cuentan con tablas, pero poca carrera partidista y de llegar a la Presidencia del Partido sería merced a pactos de las verdaderos poderosos dentro del Revolucionario Institucional, como lo son Joaquín Hendricks Díaz; actual Secretario Técnico del PRI nacional, Pedro Joaquín Coldwell; Secretario de Energía y muy cercano al Presidente Enrique Peña Nieto y el Senador Félix Arturo González Canto.
Y quien desea mantenerse en la dirigencia del tricolor a toda costa, a pesar de ser el responsable del fracaso de este Instituto Político es Raymundo King de la Rosa, gracias a la amistad y apadrinamiento de quien pudiera ser candidato a la Presidencia de la República, Diputado Federal con licencia; Manlio Fabio Beltrones, que de darse la continuidad de quienes han hecho mucho daño al priismo, estarían condenado al priismo local a un fracaso definitivo en las próximas elecciones locales.
El PRI es una fuerza latente que podría levantarse de las cenizas como ave Fénix; que se consume en el fuego para iniciar un nuevo ciclo de vida, pero para lograrlo tiene que reestructurarse totalmente, dando paso a la experiencia y lealtad partidista a toda prueba, abandonando las concertaciones y simulaciones, abriendo caminos de comunicación con su base militante, abandonando la falsa teoría de que los jóvenes sin experiencia pero con ímpetu son el priismo de hoy, que nos sirvan de experiencia lo experimentado con Roberto Borge Angulo, Javier Duarte y César Duarte.