Efecto Mariposa
En la Zona Limítrofe de Quintana Roo la ciudadanía tuvo que aprender a vivir con el miedo de ser despojado de sus propiedades y de su vida, donde grupos armados se exhiben con total impunidad, con centros de operaciones que se presumen en la Rivera del Río Hondo, sin que ninguna de autoridades hayan podido hacer absolutamente nada para frenarlos, tal parece que el “Estado Mexicano” exhibiera una incapacidad en realizar labores de inteligencia, o se encontrará atado de manos para pedir el auxilio de las unidades de inteligencia Estatal o Federal, ya sea de la Fiscalía Estatal, de la Procuraduría General de la República o de las fuerzas armadas, llegando la población a creer que elementos policiacos corruptos están involucradas en dichos ilícitos.
Tan sólo recordemos que el 12 de julio de 2017 se secuestró a una reconocida comerciante de la localidad de Nicolás Bravo, sin que hasta la fecha haya algún detenido por dicho secuestro o el caso del ganadero y empresario de transportes de la comunidad de Caobas que aún permanece secuestrado, paradójicamente el día que la banda de salteadores que se dedicaba a desvalijar tráileres y que operaba en las inmediaciones de la comunidad de Francisco Villa; (Municipio de Othón P. Blanco) asesinó al sub oficial de la Policía Federal; Josué Daniel Salinas Wong, sí vimos un rápido actuar del Ejército y la propia Policía Federal, ya que en la misma noche detuvieron a sangre y fuego a los 3 implicados en el asesinato del Policía Federal en la comunidad de Nuevo Canaán.
Hace unos días fuimos sorprendidos por el descenso repentino en el índice delictivo de la Ciudad de Cancún, precisamente el día que los policías se amotinaron para exigir la renuncia de su nuevo Jefe; Jesús Pérez Abarca, lo que dejó la impresión de que existe una colusión entre estos malos elementos policiacos; “quienes debieran proteger a la ciudadanía” y la delincuencia, tal pareciera que son precisamente “ellos”; los jefes de los verdugos de la ciudadanía, lo que aclararía el por qué los delincuentes se mueven con total impunidad, ante la mirada impasible de sus jefes; los policías corruptos.
Habríamos de preguntarnos, qué es lo que realmente está pasando en Quintana Roo, ¿Será que el índice de secuestros repentinamente ha rebasado la capacidad de respuesta de los cuerpos de seguridad del estado mexicano o será que los mismos elemento policiacos están encabezando dichos secuestros? Basta observar lo acontecido con el homicidio de la hija de la Diputada Federal de MORENA; María del Carmen Medel, quien a pesar de ser víctima de la delincuencia recibió una justicia expedita.
Es claro con los hechos sucedidos en San Juan Ixhuatepec, donde la sociedad demostró estar hastiada del actuar parcial de los cuerpos de seguridad y de los órganos de justicia, que fue evidenciado en el caso del homicidio de la hija de la Diputada Federal por MORENA, que fue asesinada por error por el crimen organizado, donde después de algunas horas se detuvieron a los asesinos, con una justicia rápida y expedita, que demuestra la capacidad del estado para impartir justica, misma que es negada al ciudadano común y corriente.
Siendo este marco de justicia descrito en el párrafo anterior, lo que realmente detonó el actuar de los habitantes de San Juan Mixtepec y la inconformidad de los habitantes de la ciudad de México, pues dejó en evidencia y con claridad que el criterio de aplicación de justicia está determinado por el grado de poder e influencia, para los políticos encumbrados sí; “hay justicia inmediata y expedita” mientras que para el pueblo en General, hay una represión e inclusive se dá el secuestro; con colaboración directa o por omisión de los cuerpos policiales, es decir el Gobierno está implicado y corrompido, siendo Juez y Parte.