Chetumal, Quintana Roo. – Con el aval y el “visto bueno” de la funcionaria Rosa Elena Lozano Vázquez, Secretaria de Desarrollo Económico (SEDE) en el Estado de Quintana Roo, se han otorgado contratos mediante adjudicación directa para favorecer a un selecto grupo de empresas en este “Gobierno del Cambio” de Carlos Joaquín González.
Y es que, haciendo “oídos sordos” a las frases discursivas de su jefe sobre “piso parejo” y “oportunidades para todos”, Rosa Elena ha establecido “arreglos” y “acuerdos” en lo “oscurito” con empresarios otorgándoles obras sin convocar a concurso público de licitación. Pese a que de palabras se habla y se presume de que se trabaja para todos, y que a partir de la llegada de Carlos Joaquín al poder en 2016, se han generado igualdad de condiciones y un gobierno incluyente , lo cierto es que solo ha sido una verdadera “llamarada de petate” puesto que, así como sucedió insultantemente durante largos años en las administraciones priístas, es un hecho que con el PAN-PRD sigue siendo lo más de lo mismo, solo que con diferentes verdugos como autores de los agravios.
Se ha vuelto una práctica arraigada en el servidor público —muy desleal y ofensivo— constituir un grupo selecto para maniobrar convenencieramente y a su “antojo” programas, proyectos, contratación de servicios, proveeduría de bienes e insumos, entre otros, que se desprenden en el manejo del cargo, a cambio de obtener jugosas prebendas económicas con “pactos discretos” y satisfacer intereses ajenos a la encomienda que se les confirió. Y en la SEDE, no ha sido una excepción.
En octubre del 2018, la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDE) —en contubernio con la CMIC — , por la vía directa asignó un contrato a la empresa “Copitra Construcciones” S.A. de C.V., favoreciendo a Nicolás Aké Gómez, por la cantidad de dos millones cuatrocientos dieciocho mil trescientos cincuenta y un pesos 35/100 M.N. ($2´418,351. 35), para la realización de la obra “Central de Abastos de Chetumal, Primera Etapa”, Parte 1, el cual ha sido como una definida como una obra emblemática de este sexenio.
Según el documento extraído en el Portal de Transparencia, indica que el recurso fue otorgado por el Fondo Nacional del Emprendedor (INADEM), del rubro “Infraestructura Productiva”, transferido al organismo de la CMIC para que ésta lo “administre” para el proyecto.
Del mismo modo, Lozano Vázquez autorizó un segundo contrato a la empresa “Moba Construcciones” S.A. de C.V., cuyo propietario es Arnulfo Morales Bernal, la parte 2 de la obra de la “Central de Abastos de Chetumal”, Primera Etapa, por un millón seiscientos noventa y un mil doscientos sesenta y siete pesos 83/100 M.N ($ 1’691, 267. 83). Y otro más —parte 3— a la empresa “Biorc” S.A. de C.V., representada por Efraín Alfonso Santín Mingüer, por la cantidad de un millón cuatrocientos noventa mil trescientos ochenta pesos 82/100 M.N. ($ 1’490,380.83) para el “equipamiento productivo” de la misma. En total, en tan solo tres contratos, Rosa Elena benefició a tres empresas mediante contratación directa por alrededor de cinco millones seiscientos mil pesos ( $5’600,000.00). Lo que no se sabe es cuáles fueron los «criterios» de la responsable de la SEDE para conceder estas obras sin licitar.
El hecho abre heridas y vierte sangre de la llaga cuando el “ultraje” se comete contra los castigados empresarios del Sur de Quintana Roo, y se convierte en un “pecado sin perdón”, debido a que esta porción del estado ha sido desdeñada por muchos años por sus gobiernos, acentuando una profunda crisis económica y dibujando un inequitativo escenario de condiciones favorables de trabajo para todos.
Estas acciones contrastan con el compromiso asumido en su momento por el actual gobernador durante su campaña al jurar que lograría el “resurgimiento” del sur, pues, al contrario, los favoritismos y privilegios para unos cuantos es evidente ante sucesos como ocurre en la SEDE.
En esta “guerra” de competencia feroz por avorazado las migajas que caen debajo de la mesa, un reducido grupo de empresarios se han convertido en “amigos” de Rosa Elena Lozano Vázquez, responsable de las políticas económicas en el Estado de Quintana Roo.
Y lo peor, es que en este cisco por conseguir obras, esta «alianza común» ha endurecido el divisionismo al interior de la CMIC, toda vez que se ha coartado la participación de todos los afiliados y solo se ha favorecido a los mismos de siempre; a los ex presidentes como lo es el caso de Nicolás Aké Gómez y Arnulfo Morales Bernal.
Tal parece que solo hace falta «rascar» tantito para encontrar presuntos actos de corrupción, manejos turbios, sospechosos y pocos transparentes en la SEDE. Y esto —aseguran— es tan solo la gran»punta del iceberg» entre los nuevos «amigos» constructores de la CMIC y la Secretaría de Economía de Quintana Roo con Rosa Elena Lozano, donde por cierto ni un solo proyecto se ha consolidado ni ha sido exitoso en poco más de cuatro años al frente de la dependencia.
Mientras tanto, las políticas económicas del Estado van de mal en peor, y solo a unas cuantos les ha $onreído el autollamado «Gobierno del Cambio«…