“El miedo no anda en burro”, así reza conocido refrán y que viene como anillo al dedo sobre la temeraria, ingenua, impropia e inmoral propuesta hecha por el flamante dirigente estatal del PRD, Emiliano Ramos, quien suplicó de manera pública a José Luis Péch Varguez desistir como candidato de Morena a la gubernatura de Quintana Roo y sumarse al gatopardeado proyecto de Carlos Joaquín González.
Es obvio que la declaración de Emiliano Ramos trae trasfondo político porque la realiza justo días antes de que la campaña proselitista llegue a la mitad y merece analizarla a fondo porque se percibe que la alianza que sostienen con el PAN naufraga sin rumbo definido.
Quizá Emiliano Ramos tenga información de primera mano y conozca a fondo la dimensión de la problemática que enfrenta la alianza UNE y ante tal situación busca implementar cualquier acción con la finalidad de asegurar su curul en la XV Legislatura, ya que él ocupa la primera posición de las plurinominales del sol azteca.
Resulta curioso que mientras Emiliano Ramos “suplique” al doctor José Luis Péch Varguez que desista de participar en el proceso como candidato de Morena, su patrón, Carlos Joaquín González, tilde a Pech Varguez como un vendido del actual gobierno.
No cabe duda que Emiliano Ramos tiene información privilegiada y, como las ratas, desde ahora busca tirarse del barco antes que se hunda.