Por: Salvador Pérez Hernández
Efecto Mariposa
Mientras en los Tribunales Superiores de justicia y en la Suprema Corte de Justicia de la Nación se asienta jurisprudencia facultando al estado de despedir a sus trabajadores invocando la falta de confianza y el derecho de las mujeres a amamantar a sus hijos en público, en México suceden hechos extraordinaria, linchamientos de delincuentes, manifestaciones airadas que incluyen quemas de patrullas, represión de manifestaciones pacíficas con lujo de violencia, ejecuciones extrajudiciales de delincuentes por anónimos justicieros, incremento de familias hambrientas, despidos masivos de trabajadores; petroleros, de los gobiernos federales y estatales.
Mientras el pueblo estalla en llamas; “sufre hambre y violencia”, en las mesas de los políticos y sus hijos, los llamados “Juniors” quienes se sientan en los cargos de alto nivel con tarjetas American Express, se preparan suculentos platillos donde abunda la Langosta, Cortes de Filetes de 350 gramos, con cervezas importadas y champagne, mientras estos “integrantes” del Partido Revolucionario Institucional y sus aliados sangran las arcas públicas, sienten un profundo desprecio por el México, compuesto por sus pobres y etnias, que en lugar de gobernar, saquean y dilapidan la el patrimonio de los mexicanos.
Miles de mexicanos no encuentran una oportunidad, pierden sus hipotecas, sus trabajos, el Servicio de Administración Tributaria los hostiga y encarcela, donde él que trabaja duro, el tesón y la disciplina, el pan ganado con sudor y esfuerzo ya son valores que desprecia la “clase” gobernante, cuando los ex Presidentes Municipales de municipios pobres como los del sur de Quintana Roo, se han enriquecido inexplicablemente, y hoy viven como señores feudales y gran influencia.
La “Demagogia” de la clase política sigue haciendo uso abusivo de estrategias manipuladoras para mantener el control político, apelando a prejuicios, miedos y esperanzas, haciendo falsas promesas como que con las reformas el precio de la energía eléctrica bajará, habrá más y mejores empleos, aumentará la producción, se acabará con el hambre, se combatirá el secuestro, por otra parte se hace usos de los miedos y prejuicios señalando a los candidatos opositores de; agitadores, peligros para el país, populistas, fundamentalistas.
Sin embargo la realidad del país es que la ciudadanía se siente defraudada, siendo victimizada por quienes deberían procurar su seguridad y bienestar; “sus gobernantes”, como el caso de Javier Duarte, quien se presume, fue el responsable directo de cientos de desapariciones y asesinatos, y en cuanto al ámbito federal, a pesar de los esfuerzos del Gobierno de la República, las reformas y estrategias en las políticas públicas han sido vanas, lo que ha permeado el deseo del cambio, dejando el camino abierto a cualquier demagogo radical que ofrezca sacar a la élite del poder que han utilizado en contra de la población.