Por Bernardo Caamal Itzá
Lázaro Cárdenas, Qroo.-“Ahora no es fácil hacer nuestras milpas, todo cambio, recuerdo aun cuando las lluvias llegaban de forma puntual para las siembras de nuestras milpas, y nuestro sistema de pronóstico del Xok k’iin, hace poco más de 20 años, nos servía, ahora ya no” nos compartió al ser entrevistado don Raúl Nahual Cohuo, comisario ejidal de san Francisco.
Interesantes experiencias de vida de muchos milperos del mayab, hoy hoy tenemos el privilegio de conocer al de don Raúl, ahora a sus 62 años de edad.
“Observó que nuestros registros del xok k’iin ya no nos sirven en esta región donde hacemos la milpa, y eso nos dificulta sembrar de esos cultivos, incluso muchos terminan por no quemar o no hacer sus siembras debido a que se adelanta o se atrasan las lluvias.
Ya no sabemos cuándo llueve y eso afecta nuestras vidas. No es que seamos flojos para el trabajo de la tierra, pero en realidad, no tenemos esas condiciones para producir en nuestras milpas, como al antaño.
Ahora con las irregularidades de las lluvias y del ataque directo de los animales del monte a nuestras milpas, terminan por afectar nuestras cosechas, de antes, todo lo que sembramos, obteníamos buenas cosechas.
Con la crisis en que estamos y la falta de alimentos, hay que ser muy observadores y cultivar de aquellas plantas que resistan las sequías para subsistir con ellos.
Tenemos que recordar esos consejos de nuestros abuelos y abuelas, en que nos decían, tenemos que honrar a los yuuntsilo’ob (casi similar a los dioses),
Ahora, la vida que nos tocó vivir es muy difícil, y como participo en diversos eventos comunitarios, pues retroalimento mis experiencias, en donde analizamos esos problemas de esa falta de alimentos.
Recuerdo esos años cuando no teníamos esos alimentos, como el maíz, y si no siembras la milpa y no cuidas esos montes en donde un día, cuando llegó la crisis, el monte nos dio de comer; en esos tiempos de crisis, aunque no te guste esos alimentos como no los hay, pues hay que consumir, incluso de esos árboles como el xk’unche’ nos dio alimentos en esos momentos críticos, y esto nos deja en claro, nuestras selvas siempre nos han dado de comer.
Aquí en el ejido de Lázaro Cárdenas hay no hay el Xk’unche, pero en Yucatán los he visto.
A nuestros hijos, tenemos que asesorarlos para la vida; ahora nuestros niños y jóvenes, una vez que estudien la primaria y la secundaria, luego “se enamoren del dinero” entonces ya no continúan con sus estudios y no los concluyen, y se van, de esa forma abandonan a las milpas.
Aprenden de “esos trabajos fáciles” y les llega la vanidad.
Ahora, a todos les consta que no puedes castigar a tus hijos para educarlos para la vida, tal como nuestros padres lo hacían; ellos cumplieron con ese ese papel, ahora la ley está en contra de los padres para que sus hijos no caigan en el sistema de esos falsos valores, ya no nos sirve.
Es de interés señalar también a nuestros hijos, a que no reproduzcan aquello que les perjudique o no les sirva. Hay que aprender de aquello que nos oriente y mejorar de nuestras condiciones de vida. En mi caso, aunque solo estudie el primer año de primaria, a mi edad no me he “rajado al trabajo”.
Aprendí a trabajar y con ese esfuerzo, obtuve los recursos económicos para mantener a mi familia y construir mi casa, pues fue lo que me enseñaron en la casa de mis padres y con eso he logrado vivir.
A mis 62 años de vivir aquí en san Francisco, pues yo no he gozado de los apoyos o de los programas del gobierno, como vivienda o los que apoyan a la agricultura” destacó.
Finalmente, don Raúl, agradeció a sus padres Humberto Nahual y Nicasia Cohuo(+) quienes lo orientaron en cómo vivir y de aquellas historias relacionadas al movimiento social maya o Guerra de Castas, y juntos constatar esos cambios que ha tenido la práctica de la milpa en esta región norte de Quintana Roo.