Cancún.- El premio Nobel de la Paz, Oscar Arias identifica a Estados Unidos como el principal problema de México en el tráfico de armas; mientras que la organización civil “Armas Bajo Control”, señaló que en ocho años las policías de los tres niveles de gobierno han “perdido” o robadas más de 17 mil armas de fuego.
En el primer día de actividades de la Primera Conferencia de los Estados Parte del Tratado de Comercio de Armas (CEP-TCA), que organiza México en Cancún, el ex presidente de Costa Rica, Óscar Arias, explicó que el propósito sobre el tratado del comercio de armas tiene como intención regularlo, como se hace en cualquier actividad comercial.
“Cuando terminó la guerra en Centroamérica me di cuenta del tráfico de armas, que no tiene ningún control, que es buena parte de lo que sufre México hoy, los mexicanos reciben armas porque hay siete mil armerías en la frontera y no hay ningún control”, aseguró.
El caso de México lo catalogó como algo sui generis porque sinnúmero de muertes de inocentes se registran en los últimos años por la presencia de diversos cárteles de la droga, y la falta de control de armas, y en esta reunión se pondrá en marcha por primera vez un tratado que ya ratificaron 72 países.
“El problema fundamentalmente es que México tiene como vecino a un país donde no se controla ni regula la venta de armas y es el país donde a cada rato vemos que un norteamericano entra armado a una escuela y asesina a inocentes estudiantes y después se dice que tenía problemas mentales. Y en otros países donde se controlan las armas, no suceden estos casos”, afirmó.
Consideró que la inversión más perversa es la que se destina a la compra de armas y el pago a los soldados; por el contrario, desde 1948 Costa Rica no cuenta con un ejército y los recursos que se canalizan a ese sector se pueden aprovechar en educación, salud y servicios urbanos, que podrían ayudar a los países a salir del subdesarrollo y que es otro propósito del tratado.
Por eso, insistió en que los gobiernos –hasta donde sea posible- y la sociedad civil –aunque se ve difícil- deberán participar en el control del flujo de armas.
También explicó que si Estados Unidos disminuyó su gasto militar no existe justificación alguna por la cual los países de América Latina incrementaron su inversión en este rubro, lo que incide en que haya un incremento en la pobreza del continente.
Y descartó que Estados Unidos se sume a este acuerdo porque los republicanos controlan el Congreso y no permiten a ese país ratificar este control de armas como tampoco lo han hecho las potencias de China y Rusia.
La representante de Control de Armas, Paulina Arriaga, dijo que de acuerdo a una solicitud de información solicitada a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de entre 2006 y 2014, las procuradurías, las policías municipales, estatales y nacionales han perdido o le robaron más de 17 mil armas, lo que genera preocupación.
Sobre todo, porque este es el sector regulado, mientras que el mayor problema son las armas ilegales que ingresan vía Estados Unidos, alrededor del 70 por ciento de las armas aseguras por el gobierno mexicano vienen de esa nación.
“Dentro de México tenemos responsabilidades de esta violencia armada, no son solamente las armas que vienen de Estados Unidos, pero no podemos delegar y señalar que todo el problema viene del norte de la frontera, sino que 17 mil armas que llegaron legalmente al país y no sabemos dónde están y esto se relaciona con el tratado de comercio de armas”, afirmó.
Detalló que en el Ejército hay un control estricto sobre el uso y destino de las armas, mientras que las policías continuamente señalan la pérdida de éstas, pero no existe una investigación de por qué está pasando esto, lo que representa un foco rojo.
Arriaga añadió que cada minuto se pierde una vida por la violenciaarmada. Y el tratado traerá la urgente regulación para el comercio internacional de armas que asciende a 100 mil millones de dólares.
Por esa razón durante la mañana, en la playa del hotel Moon Palace, sede de esta reunión de alto nivel, elaboraron una escultura de un tanque para llamar a la conciencia sobre este problema.