Efecto Mariposa
Por Salvador Pérez Hernández. “El otrora poderoso PRI ha muerto” afirman felizmente los detractores de ese partido, pero más bien deberían de preguntarse ¿Descansa realmente en paz el Partido Revolucionario Institucional?¿Ha habido justicia divina y por fin ha desaparecido la representación del mal en Quintana Roo?, habríamos de analizar si la derrota del PRI, quien ha perdido la elección pasada, lo que ha permitido la alternancia en el estado, si el remanente de más de ciento setenta mil priistas que refrendaron su lealtad a ese partido político, a pesar de la evidente decadencia de un gobierno emanado de esa organización política representado por Roberto Borge Angulo y si será capaz de levantarse y contender al tú por tú con las otras fuerzas políticas en el siguiente proceso electoral.
Por su parte los priistas se encuentran lastimados en su amor propio, afirmando que las elecciones intermedias demostrarán su arraigo con el electorado, y sólo necesitan la asunción de un líder con carisma y tablas políticas, un verdadero priista, que respete los principios e ideología, que entienda la necesidad de movilidad y sensibilidad social, participación democrática, que favorezca el respeto a los Derechos de la militancia, que se aleje de las prácticas de los dinosaurios representantes del viejo PRI, que sólo han buscado el beneficio propio y el enriquecimiento ilícito, sin embargo que amalgame la experiencia de éstos y sea incluyente con las nuevas generaciones que buscan espacios laborales, cuentan con ambiciones empresariales y desean participar en la vida política, así como con la clases trabajadoras; comercial, empresarial, económica y campesina.
¿Pero quién será ese líder visionario, hombre, mujer, joven, adulto mayor, con el liderazgo y habilidades para unir ese alicaído partido?, ya se barajan nombres; Cecilia Loría Marín, Eduardo Ovando Martínez, José Luis Toledo Medina, Mauricio Góngora Escalante, Efraín Taleno Canul, Carlos Cardín Pérez y Paul Michell Carrillo de Cáceres, por otra parte están de quienes se habla con recelo o rechazo; Sara Musa Simón, Alfredo Díaz Carvajal, Eduardo Espinosa Abuxapqui, Rosario Ortiz Yeladaqui y Raymundo King de la Rosa.
Gran insensibilidad ha demostrado el Presidente actual del PRI; Raymundo King de la Rosa, quien pretende buscar la reelección de la dirigencia, cuando gran parte del fracaso de la debacle del Revolucionario se debió a la poca capacidad de operación política, ya sea por incompetencia o por omisión, y lo que ese partido requiere es un análisis honesto y serio, que le permita tomar las decisiones acertadas para reestructurarse, a través del trabajo, constancia, disciplina y valor para levantarse de esta debacle y volver a ser un Instituto Político competitivo, que ofrezca confianza y certeza de políticos que trabajen en pro de la ciudadanía.
Es necesario decirle al Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, que los militantes de este partido aún creen en quien eligieron como Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y que son conscientes: por un lado de la necesidad urgente de las Reformas y por otro de la difícil situación por la que atraviesa la economía nacional a causa de la caída de los precios internacionales del petróleo, principal fuente de ingresos del país, sin embargo, el Partido debe de aprender a ser autocrítico y enderezar el camino de conformidad al diálogo cercano a la militancia, pues es de sabios corregir, ya que de fallar en la elección del próximo Presidente del PRI en Quintana Roo, éste partido estaría condenado a desaparecer.