JMM.-Habitantes de Plan de la Noria Poniente, comunidad que se encuentra a más de 90 kilómetros de la cabecera morelense, se encuentran condenados a beber agua lodosa de pozos artesanales, ya que la laguna en donde se abastecían del vital líquido se ha secado por la intensa sequía que ha estado azotando por más de dos años.
Una habitante de la comunidad manifestó que usualmente consumían el agua de la pequeña laguna, pero por la sequía que impero por mucho tiempo el agua desapareció para solo dejar un charco de lodo, y buscaron un remedio haciendo una poza en la orilla de lo que era la laguna para poder abastecerse del líquido, así lo manifestó Margarita Tamayo Cab.
“Pues la verdad lo único que aquí nos queda de Plan de la Noria, es la única forma de tomar agua, porque si no hacemos esto, pues no sabemos de dónde vamos a agarrar y ya el agua de allá, ya no sirve para consumir, aunque por más que lo pongamos a hervir, pero ya no sirve para nada, pues lo único que tenemos es esto, las pocetas que hacemos para consumir el agua», manifestó.
Tamayo Cab declaro que en la comunidad cuentan con agua potable de la CAPA pero descartan consumir el agua pues los niveles de cloración son excesivos, además que el vital líquido se encuentra contaminada con saskap y no es apto para el consumo.
“Porque el agua potable tiene demasiado cloro y a la vez lo que tiene mucho saskab, y si nosotros consumimos el agua potable, a la larga nos va a hacer daño, hasta las plantas se quedan como si fuesen cocinados por el agua, por tanto, cloro que tiene, y el agua que consumidos de la poceta está contaminada, a los niños y a los ancianitos los enferma seguidos porque esta contaminada pero aun así lo consumimos no nos queda de otra», afirmó.
La mujer expresó que la situación que enfrentan es sumamente complicada pues los vendedores de agua purificada a sabiendas de la escasez que prevalece aplican precios criminales al expender entre 24 y hasta 34 pesos un garrafón de 20 litros, situación que también debería verificar la PROFECO.
Clamó por la intervención de las autoridades para que los habitantes del lugar puedan disfrutar de agua con aceptables niveles de inocuidad, pues adelantó que por ingerir agua no apta para el consumo humano, niños y ancianos han estado enfermando del estómago.