Por Salvador Pérez Hernández.
A la asunción del Poder Ejecutivo, por parte de Carlos Joaquín González, se pudo observar una efervescencia política por parte del gremio ganadero, con la intención de influir en el ánimo del nuevo gobernante para que nombrara a un ganadero como Secretario de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Rural pues existe un compromiso por parte del gobernador con esta agrupación de impulsar políticas públicas que favorezcan el desarrollo económico del sector ganadero.
Ya decía el ex Gobernador Joaquín Ernesto Hendricks Díaz; “Reconozco que dejó una deuda pendiente con el campo”, situación análoga ha ocurrido con los gobernadores subsecuentes, debido a que por la vocación turística de la entidad se ha soslayado el deber del estado de elaborar y aplicar políticas públicas que impulsen el Desarrollo Agropecuario, tal como lo establecen la leyes de fomento agropecuario de la entidad que favorecen el aumento de la producción del campo con la finalidad de garantizar una adecuada alimentación integral de la población.
La ganadería es una rama de producción con un aporte significativo a la economía, debido al constante incremento de la demanda de productos cárnicos en el estado y el gran potencial que representa la exportación de ganado bovino de calidad hacia Los Estados Unidos de Norteamérica.
Un diagnóstico de la situación ganadera en el estado nos revela que hay cerca de 4 mil productores de ganado bovino con igual número de unidades de producción, y siendo que el hato ganadero es de cerca de 130 mil cabezas de ganado, cada productor en promedio cuentan con 30 cabezas de ganado bovino, sin embargo, hay quienes tienen excelentes instalaciones, con pastos, cercos perimetrales, corrales de manejo y agua, sin contar con una sola vaca, por lo que urge un programa de repoblamiento del hato.
En las unidades de producción pecuaria es notable la falta infraestructura; como pozos profundos, mecanización de tierras, equipos de bombeo, sistemas de riego, así como equipamiento para la implementación de cercos eléctricos, generadores de energía de gasolina o fotovoltaica, cultivo de forrajes e inversión en píe de cría y mejoramiento genético, además de la especialización de las actividades; carne o leche, situación agravada por malos gobiernos quienes se han preocupado poco por impulsar el desarrollo de esta actividad.
La actividad ganadera tiene ventajas competitivas sobre otras actividades económicas en algunas comunidades del estado; como Nicolás Bravo, Sergio Butrón Casas, Morocoy, Miguel Alemán, Río Verde, Valle Hermoso, Reforma, Emiliano Zapata, debido a la disponibilidad de suficientes extensiones de tierra dedicadas a esta actividad, además de la vocación ganadera de una tierra rica en nutrientes compuesta en su mayoría de planicies aptas para la mecanización, disponibilidad de agua a través de pozos a una profundidad que puede ir de los 10 a 100 metros así como la característica del suelo que permite la retención de agua en pozas conocidas como Jagüeyes.
Comentan los productores pecuarios que ante la escasez de recursos por parte del estado para la inversión en ganadería, se está trabajando en procesos para que el estado sirva de garante con Instituciones Financieras como el FIRA (Fideicomisos Instituidos en Relación a la Agricultura) o con grandes ganaderos de otros estados para implementar programas de aparcería; que básicamente es dar el ganado al productor para que éste lo trabaje para que a la vuelta de un periodo de tiempo regrese el valor del ganado recibido.
Para llevar a cabo los Programas de Aparcería, la Unión Ganadera Regional (UGR) a través de la gestión gubernamental obtendría recursos del FIRA que canalizan a sus socios
(aparceros) a través de contratos de aparcería; realizando la Unión Ganadera la compra del ganado para entregarlo a los aparceros, quienes una vez que lo engordan lo venden y pagan el valor original del becerro a la Unión Ganadera, y si se trata de vacas, el productor mantiene la vaca pagando el valor de la vaca con la venta de los becerros que ésta cría.
Y aunque los apoyos gubernamentales han sido pocos, éstos han estado llegando a través del Instituto Nacional de la Economía Social (INAES), Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, forestal y Pesquero (FND) y algunos recursos que han fortalecido al sector ganadero son los apoyos que ha dado la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural y Pesca (SAGARPA). Los recursos aportados por estas dependencias aunque escasos han sido claves para el fortalecimiento del sector, donde se han notado la carencia de apoyos estatales.
Carlos Joaquín González en la elaboración del Presupuesto 2017 deberá contemplar suficientes recursos para el fortalecimiento de la actividad ganadera, ya que conforme al presupuesto de egresos de la federación, al sector agropecuario se le recortaron recursos de programas esenciales como el de movilidad, sanidad e inocuidad pecuaria, así como en los de adquisición de activos productivos, por otra parte deberá focalizar sus esfuerzos en el repoblamiento del hato ganadero a través de la aparcería y la mejora genética ya sea a través de la inseminación artificial o por el método convencional por la compra de toros de registro con mejora genética.
Por lo pronto, se nota inconformidad de los ganaderos con la designación de Pedro Pérez Díaz, pues aunque es un pequeño productor ganadero desconoce a profundidad la problemática del sector y carece de propuestas para sacar a este buey de la barranca, al mismo tiempo que se oponen a la llegada de Héctor Peña Fuente como subsecretario de Ganadería, personaje que aunque es Médico Veterinario de Profesión y amplia experiencia en el sector ganadero, es repudiado por los principales dirigentes ganaderos, divisionismo que no favorece la gestión y acercamiento gubernamental en aras de lograr mejoras a esta rama productiva.