Por Herlindo Vázquez
Chetumal.-A las 00:30 horas de este martes sin el pago de caución, I. R. L. abandonó el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal. Únicamente quedó condicionada a ir a firmar a diario al Juzgado Segundo de lo Penal.
Dicha mujer fue detenida ayer con exceso de fuerza y violencia en la calle Salvador Alvarado esquina Benjamín Hill, de la Colonia Adolfo López Mateos.
Durante el operativo los agentes ministeriales golpearon a su hija de 10 años, la cual presentó crisis nerviosa. Por el modo, testigos pensaron se trató de un secuestro.
La causa de la detención fue Desobediencia a Mandato Particular, con base a una orden de un juez de control liberada hace tres meses, pero ejecutada apenas ayer.
La detención deriva de un problema por la custodia de la menor, promovida por el padre J. S. M. funcionario de alto nivel de la Fiscalía General del Estado (FGE), cercano al titular Miguel Ángel Pech Cen.
La presunta agraviada relató que ayer fue interceptada frente a la Casa de Gobierno donde dos elementos ministeriales le cerraron el paso.
Identificó al elemento femenino como F. V. J. la cual lastimó a su hija en la nariz, mientras que el otro le jaló de los cabellos.
La intervención de personal de Ayudantía del Gobierno del Estado evitó se consumará por lo cual se permitió a la mujer ir a su casa a dejar a la menor, pero acompañada de dos mujeres en la parte trasera, las cuales le iban golpeando.
Al llegar a la casa, le bajaron por la fuerza del vehículo y le subieron a un carro Sonic de la FGE, donde le golpearon en el cuerpo y rostro.
Posteriormente le llevaron a certificar a la FGE. Fue hasta ese momento cuando se le mostró la orden de aprehensión, además de que apenas le presentaron las supuestas notificaciones mediante las cuales se le exhortaba a llevar a la menor al Centro de Convivencia.
“Apenas acababan de imprimirlas y querían las firmara como si hubieran sido desde hace meses”, denunció.
Después fue trasladada al Cereso de Chetumal, donde permaneció incomunicada hasta pasada la media noche, cuando se le notificó su liberación.
Por tratarse de delito no grave no se le pidió caución, solo que se presentara a firmar a diario al Juzgado Segundo de lo Penal y tiene prohibido salir del estado.
La presunta afectada anticipó que procederá ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (Cdheqroo) y ante el Ministerio Público, por abuso de autoridad, lesiones u lo que resulte.
Responsabilizó al padre de su hija por lo que pueda ocurrir a su persona, familia y patrimonio, toda vez que es la segunda vez que sufre un acto de represalia.