Chetumal.- Para un verdadero bledo sirve la existencia del campo experimental que tiene el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) en Quintana Roo, ya que no han contribuido para que los campesinos quintanarroenses mejoren su producción o encuentren solución al permanente problema que tienen con el abasto de agua
De nada sirve que el director del INIFAP, Raúl Obando se jacte en decir que el Instituto genera conocimientos y tecnología para fomentar la innovación en el campo y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, si en la práctica estas acciones son inservibles para los productores del campo quienes tienen que paliar para superar la sequía.
Quizá en otras circunstancias u otras entidades del país lo expresado por el doctor Obando encuentre eco, sobre todo cuando asegura que el INIFAP es el creador de híbridos y variedades de maíz de bajo precio, alto rendimiento y productivo para los agricultores, pero no aquí en Quintana Roo, principalmente en la zona maya y sur donde los campesinos aseguran que por la falta de agua no obtendrán cosecha alguna en el presente ciclo, es decir, primavera-verano.
Cabe señalar que hoy, con motivo del 30 aniversario del INIFAP se llevó a cabo la conferencia: “Ciencia y tecnología al servicio del campo mexicano”, así como la impresión de un boleto de la lotería nacional conmemorativo a los festejos, pero consideramos que citado Instituto aún tiene mucho que ofrecer a los labriegos de México, principalmente a quienes viven en zonas áridas o de escasa humedad como es el caso de la Península de Yucatán.
Bien haría el INIFAP en buscar alternativas a fin que los campesinos de México superen las ya acostumbradas épocas de sequías, para que en verdad se haga producir el campo mexicano. Porque de nada sirve implementar tecnología de punta para producir semilla mejorada si los campos están secos, sin sistemas de riego o cosa por el estilo.