Concesiones a cambio de lealtades en el Congreso de la Unión.
Guillermo Tun Ruíz recibe con interés resultados del PRI en Coahuila e Hidalgo; pues demuestran que el monstruo MORENA, no es invencible.
Andrés Manuel López Obrador resultó todo un maestro de la operación política superando con creces a sus antecesores del Revolucionario Institucional, que hicieron de esta tarea todo un arte; que incluso podrían opacar a sus precedentes; como son “El arte de la Guerra” de Tzun Wu Su y “El Príncipe” de Nicolás Maquiavelo, quienes compilaron consejos que vienen siendo las leyes esculpidas en piedra (Como si Dios las hubiese dictado) de política actual, que a diferencia de estos connotados autores, las premisas de la operación política a la mexicana, rayan en el cinismo; cuando de crear clientela al puro estilo de la antigua Roma, cuya máxima aún resuena en nuestras mentes; “al pueblo pan y circo”.
Hay que recordar que cliente viene del Latín Cliens en plural, “clientes”, que deriva de Cluere “obedecer”; es decir la clientela electoral son aquellos individuos que se someten al patrocinio de un patrón de rango socioeconómico superior, por lo cual un patricio romano, entre más clientes tuviera gozaba de mayor estatus, pues esta relación cliente-patrón obligaba a la lealtad y confianza mutua.
Un caso; que revela la fuerza del clientelismo político, quedó evidenciado en el proceso interno del PRI de 2004 para elegir candidato a gobernador, en el que resaltó una frase célebre acuñada para favorecer a Eduardo Ovando Martínez; “agarra lo que te están dando pero vota por Ovando”, que pretendía romper ese vínculo de lealtad entre la clientela electoral del PRI con su candidato oficial, y como pudimos entender, ese vínculo fue imposible de debilitar; cuando Félix Arturo González Canto, quien entonces era Delfín del gobernador en turno, Joaquín Ernesto Hendricks Díaz, eclipsó con más de 14 mil acarreados a un desamparado Ovando, quién sólo pudo reunir a 4 mil almas.
La operación política de los desesperados; el PRI muestra indicios de basar su estrategia, en los amarres de alto nivel, respaldada por una militancia unida por la relación clientelar con su partido político; mediante la cual los más desprotegidos recibieron migajas para que en las altas esferas, sus benefactores coman con langosta escanciada con vinos finos, acompañada de champaña (las más finas llegan a costar hasta millón de pesos), posean carros de lujos y mansiones suntuosas; pues mediante los programas clientelares los gobiernos en turno han podido saltarse la legislación electoral.
El mismo modus operandi ha sido el adoptado por el gobierno de MORENA, el cual eliminó las reglas de operación para poder favorecer a su clientela electoral con programas de reparto de prebendas periódicas a los más pobres; con la única diferencia que eliminó la planeación económico y llevó al extremo el reparto de prebendas.
El día domingo fuimos testigos de; cómo en apariencia el PRI le propinó un fuerte revés a MORENA al derrotarlo en las elecciones intermedias en Hidalgo y Coahuila; sin embargo es necesario comprender que todo parece indicar que el líder nacional del PRI Alejandro Moreno Cárdenas, hizo “amarres”, con su amigo y actual Presidente de México, garantizándole mayoría absoluta en el Congreso de la Unión a cambio de su lealtad se les dio en concesión la Presidencia de la Legislatura para María Sauri Riancho y la conservación de las gubernaturas actuales con miras a reposicionarse en busca de la sucesión presidencial.
En Bacalar los tiempos políticos fluyen de acuerdo a la línea a los acontecimientos nacionales; así con el triunfo contundente del PRI en Coahuila e Hidalgo, Guillermo Tun Ruíz, quién prácticamente es el ungido del PRI a la candidatura en ese municipio recibe estos resultados con especial interés; pues le dejan claro que el monstruo MORENA no es invencible pues renueva y fortalece su apuesta por contender de frente contra personajes más fogueados y con mejores recursos: como podrían ser Juan Manuel Herrera, Javier Padilla Balam, José Alfredo Contreras Méndez y Tania Casa Madrid