Efecto Mariposa
Las intensas precipitaciones pluviales de las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal además de las depresiones tropicales subsecuentes provocaron: inundaciones, cortes de carreteras, familias damnificadas y pérdidas materiales; que dejaron al descubierto la falta de previsión en la urbanización de muchas de las comunidades; sin embargo, lo más notorio fue la falta de las autoridades municipales de Othón P. Blanco y Bacalar, ya que tanto Otoniel Segovia como Alexander Zetina brillaron por su ausencia y a quién se pudo observar atendiendo a las necesidades de la población fue a María Cristina Coronado Cruz.
Durante las inundaciones que se vivieron en las comunidades del municipio de Bacalar, en la que muchas familias de escasos recursos se quedaron temporalmente sin hogar, los damnificados con el temor de que esas tormentas llegaran a causar daños mayores; como la muerte de ganado o de personas, se preguntaban ¿Dónde está nuestro presidente municipal?, sintiéndose abandonados por quien creyeron que velaría por la seguridad de sus ciudadanos.
Pareciera que los campesinos de Bacalar, esperaban más de Alexander Zetina Aguiluz, pues a pesar de la limitación de recursos de la comuna; le aprecian más por la voluntad, razón por la que autoridades ejidales, dirigentes de organizaciones y el pueblo en general daban como un hecho su presencia en las comunidades afectadas; tanto para evaluar los daños como para gestionar recursos pero más como una autoridad moral. Inexplicablemente nunca llegó y la gente lo tomó como que les dio la espalda en esos momentos de desesperación y desolación.
El Presidente Municipal pudo llevar la voz de los campesinos para realizar la gestión para la implementación del Plan DN III, asistencia del DIF con materiales como cobertores, camillas, ropa, medicamentos, medios de transporte como maquinaría pesada e inclusive lanchas y posteriormente la implementación de operativos para la restauración de caminos coordinado con la SINTRA y la SCT; sin embargo, por obscuras razones perdió la oportunidad para mantener un buen posicionamiento entre la población.
A quien se pudo observar trabajando muy cercana a la población fue a Cristina Coronado Cruz, la bacalarense que hoy se desempeña como Directora General del ICAT; que dando continuidad al programa de apoyo alimentario del gobierno del estado, cuyo calendario de distribución coincidió con las intensas lluvias provocadas por las tormentas tropicales, aprovecho para que las brigadas atendieran las peticiones de la población damnificada, sirviendo de enlace con las dependencias del gobierno del estado, cuyas gestiones fueron apuntilladas con el trabajo que el gobernador realizó al visitar Río Verde, la comunidad con más damnificados.
El Gobernador del Estado, Carlos Joaquín González, instaló el Plan DNIII en la comunidad de Río Verde, dotando de materiales y víveres a la comunidad, encargando al Comandante de la 34ª Zona Militar, José Martín de la Luna Cruz, la protección de la población y garantizando alimentación caliente a los damnificados, atención médica y medicamentos, así como brigadas de remoción de escombros.
Por otra parte, y con un historial muy diferente el alcalde de Othón P. Blanco, Otoniel Segovia Martínez, quien se ha caracterizado por llevar una administración errática, alejada de la aceptación popular, no aprovechó esta contingencia para trabajar por la gente más necesitada, manteniéndose lejos de las zonas rurales que sufrieron de inundaciones por los escurrimientos y pareciera que inclusive se burla de la gente al posar para una fotografía sobre un puente y de fondo la corriente.
Un asunto que no debería dejarse sin atención es el relacionado con la planificación urbana, ya que el crecimiento de las comunidades en la zona rural se da hacía las hondonadas y partes más bajas, y recordar que hace más de 20 años durante el paso del Huracán Mitch los escurrimientos provocaron inundaciones en la comunidad y el derrumbe del Puente de Río Verde , a pesar del tiempo trascurrido no se han tomada las previsiones y no se han reubicado esas viviendas, por lo que de continuar esta dinámica en las futuras inundaciones se podría llegar tener pérdidas de ganado e incluso a la pérdida de vidas humanas.
Mientras tanto en materia de reconstrucción el Puente Río Verde, que une la comunidad del mismo nombre con Miguel Alemán se encuentra destruido, pues los dos brocales fueron deslavados, por lo que será necesaria la reconstrucción total de los dos tramos que componen el puente, además de que más de cien metros de pavimento fueron deslavados por la fuerza de la corriente, mientras que el puente de Reforma presenta deslave en la carretera.