Chetumal, Quintana Roo.- Desde el inicio de este «Gobierno del Cambio» que encabeza Carlos Joaquín González, resonó por todos lados el nombre de Juan de la Luz Enríquez Kanfachi. Y como no, si el citado personaje fue designado en su momento por el mandatario como su «brazo operador«, otorgándole un poder único sin comparación a ningún integrante de su gabinete.
Se sabe que este “chilango” ha sido el “sopla oídos” del gobernador desde el principio, a tal grado de imponer a conveniencia y por compromisos a ciertos funcionarios dentro de la estructura del gobierno estatal, es decir, tanto a funcionarios con puestos de primer nivel hasta posiciones menores.
Su “margen” de maniobra no solo consistía en disponer de arriba a abajo y reacomodar a su antojo el organigrama, sino que hasta autorizaba la asignación de sueldos y compensaciones, con facultades por encima de la Secretaría de Finanzas y Planeación (SEFIPLAN) y de la Oficialía Mayor del Gobierno de Quintana Roo. No así, con el transcurso del tiempo, tras tropiezos y tropiezos en decisiones cuestionables cuyo impacto ha tiñó la imágen del Ejecutivo, ha sido relegado poco a poco hasta “sentarlo en la banca” en la Ciudad de México.
Sin embargo, sigilosamente Yohanet Teodula Torres Muñoz, Titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación (SEFIPLAN) ha sido la mujer que detrás de las cortinas comenzó a moverse para sujetar los hilos y ser la protagonista del espectáculo.
Y la coyuntura se dio por la salida inesperada por el “patio” de Palacio de Gobierno de Manuel Alamilla Ceballos de Oficialía Mayor, por presuntos actos de corrupción, luego de mantenerse por cuatro años en el cargo.
Es así que la “maestra” fue designada responsable de la Oficialía Mayor —al fusionarse—, incrementando su poderío a límites nunca antes insospechables. Lo cierto es que, ahora, las indicaciones giran en torno a ella con el aval de Carlos Joaquín, desplazando al “vicegobernador» del Estado, Juan de la Luz.
Actualmente su poder es descomunal, y para actuar y tomar decisiones todo funcionario debe recibir el “palomazo” —claro— después de salir por la puerta del despacho de la “superpoderosa” Torres Muñoz.
Lo preocupante es: ¿Qué hará ella con tanto poder en sus manos? Recordemos, pues, aquella frase discursiva que dice “el poder atonta a los inteligentes y los tontos los vuelve locos”. ¿Será ese el destino de Yohanet en un futuro cercano?
Daremos puntual seguimiento…