Por Malix pek
La alcaldesa de Solidaridad anda desesperada, desorientada y perdida en su intento de alcanzar la reelección.
El viernes 28, Mara Lezama le espetó en su cara que, la 4T llegará a todas las oficinas donde despache un servidor público. En otras palabras, vengo por Solidaridad.
Y le advirtió, dejar de lado la politiquería con artimañas, rumores y operaciones rastreras que no conducen a ninguna parte.
Pero @LiliCamposM no lo entendió e hizo exactamente lo contrario, intentó politizar y desestabilizar la Universidad Tecnológica de la Riviera Maya, a través de sus medios y un grupúsculo de “estudiantes”.
Quiso convertir en un circo, una manifestación legítima, lanzando un ataque directo contra la gobernadora y a quien ve como la rival a vencer en el 2024, Estefanía Mercado.
Perdida en su locura política de, ni siquiera sólo reelegirse, sino ser gobernadora de Quintana Roo, Lili Campos se va con todo como “El Borras”, creando lo lo que Mara Lezama definió como “bullicios políticos inconducentes”, que no aportan al crecimiento, al desarrollo, ni a la tranquilidad social.
Así, desde su Secretaría general ordenó la «manifestación» que fue organizada por Sheila Estefanía Mosqueda Cuevas, estudiante de la UT de 9 a 17 horas y al mismo tiempo cobra como Técnico Especializado en la Secretaría General del Ayuntamiento de Solidaridad, bajo la titularidad de Kira Iris San, candidata a diputada derrotada en la pasada contienda por Estefanía Mercado.
En medio de una de las peores crisis de inseguridad del municipio, señalamientos de corrupción, y abandono a la población, la vieja política no ha entendido que la gente lo que quiere es que les resuelvan sus problemas, propuestas y soluciones.
Ejemplo simple, la percepción de inseguridad en el gobierno de Lili Campos fue del 80.4 por ciento en junio, de 79.3 por ciento en julio y el municipio se ubica, de acuerdo a Massive Caller en la posición 121 a nivel nacional en materia de seguridad.
Así las cosas en este gobierno fallido de Solidaridad, donde se gastan 95 millones de pesos anuales para crear un mundo de caramelo y nubes de algodón.
Definitivamente, cuando se es burr@, se es burr@.
Hasta la próxima