Chetumal, Quintana Roo.- Sin importar la crítica situación económica por la que atraviesa la CMIC, la cual los mantiene al borde de una quiebra, Diego Cortés Arzola, Presidente de la CMIC en Quintana Roo, continúa con el uso discrecional de los recursos de los afiliados al organismo.
Sin un plan financiero que defina un control en los gastos y priorice las principales necesidades de la CMIC, Cortés Arzola ha establecido contratos con empresas foráneas en asuntos intrascendentes cuyos montos contrastan con la realidad de la Cámara.
Y es que el presidente de la CMIC ha hecho gastos innecesarios dilapidando el presupuesto a diestra y siniestra. El desembolse irracional ha sido una constante sin que las supuestas “inversiones” rindan buenos dividendos.
En marzo del presente contrataron los servicios de la empresa foránea “Dell Leasing México S. de R.L. de C.V.”, por un monto de $ 360, 483.97 pesos, por el arrendamiento de 77 artículos entre equipos de cómputo y accesorios, mediante el método de pago en parcialidades o diferidos.
El contrato se realizó justamente cuando en México se presentaba el COVID-19, y posteriormente se asumieran acciones de confinamiento y por ende la parálisis en casi todos los sectores económicos. Asimismo, se sabe que antes de la suspensión de actividades la CMIC, desde el año 2019 no imparte en sus instalaciones maestrías, cursos de capacitación, conversatorios, etc., por lo tanto, no se justifica la renta de accesorios o equipos, sobre todo con montos bastantes exorbitantes.
Sin obtener un ingreso que realmente reditúe la erogación de un recurso extraordinario, Diego Cortés decidió “rentar” en medio de la peor crisis de la CMIC tecnología con objetivos benéficos pocos claros y convincentes.
Lo peor es que el supuesto “arrendamiento” con opción de compra hecha por CMIC ha sido un sendo desperdicio, pues a causa de la pandemia las actividades de la agrupación empresarial fueron totalmente detenidos, además de que carecían de personal, debido a que en plena contingencia sanitaria sin previo aviso despidieron a más del 50 por ciento de su plantilla de trabajadores en Chetumal, pagando una fuerte suma, la cual daremos a conocer en la siguiente entrega.
Incongruente, pues mientras el Presidente de la CMIC “rebuzna” por falta de obra pública a los tres órdenes de gobierno, él asegura haberse alineado al «Pacto de Unidad por Quintana Roo para Proteger el Empleo» en el mes de abril, convocado por el Gobernador del Estado Carlos Joaquín, cuando contrariamente echó a la calle al personal de la Cámara dejándolos en el desamparo total y sin sustento para sus familias.
Así de casos y cosas en la CMIC, ya que en tanto Cortes Arzola insiste en seguir buscándole la “cuadratura al círculo”, los constructores perciben estupefactos la debacle a pedazos de la institución que los dice representar.